El análisis de esta segunda temporada no dista demasiado del de la primera... Mucha expectativa, pero finalmente todo se quedó en un churro.
De la mitad de la serie hacia el final, el tedio se iba haciendo notorio, los episodios de relleno absoluto plagaban semana sí, semana también, así que la sensación final no era más que un 'quiero pero no puedo': Quiero ser una gran serie con una gran historia, pero no tengo ni guionistas ni reparto que rindan más allá del capítulo 6.
Si fuera una miniserie, o una serie completa de 1 sola temporada, la cosa podría ir más concentrada, sin necesidad de tirar de rellenos absurdos, de romances que no van a ningún sitio y una eterna batalla entre el bien y el mal que nunca se llega a producir. Con esta sensación es con la que te vas quedando episodio tras episodio, y no es una buena sensación; sólo consigue que las críticas que recibe sean peores cada vez.
Pronto llegará la tercera temporada, confirmada para Julio de 2016, y la cosa no mejorará... La serie debería haber terminado en la primera temporada, pero estiraron el chicle... En la segunda temporada, el chicle era una gomilla triste y endeble, y para la tercera nos quedará esa cosa petrificada pegada debajo de una mesa que te de un asco que lo flipas cuando la tocas por error.
En fin... caca de la vaca. Ya veré si continúo viéndola, aunque estas misma palabras son las que dije cuando terminó la primera temporada... Si es que no tengo remedio.