Desde que se publicó Nunca fuimos a Katmandú el pasado mes septiembre ha sido un no parar de presentaciones, entrevistas, charlas, tertulias, firmas, viajes...¡Genial! ¡Me lo he pasado pipa! Es la compensación a las muchas horas solitarias de trabajo durante meses, dudas, angustias, incertezas, impaciencia.
Esta novela me ha dado mucho más de lo que esperaba. Aparte de abrirme las puertas a una de las mejores agencias literarias del país, la de Sandra Bruna, pronto encontró editorial (Viceversa), y no tardó en estar presente en las librerías de toda España ,y ahora también, de Iberoamérica. Aunque todavía no ha llegado a algunos países ya puede encontrarse, según mis noticias, en Argentina, Chile y Uruguay.
Otra, y quizá la mayor satisfacción que he tenido durante estos meses, ha sido la acogida de mi libro por parte de l@s lector@s. A veces he publicado en el blog oficial, que os invito a visitar, algunas de las reseñas que han ido apareciendo en distintos medios, pero también he recibido muchos comentarios maravillosos a través de emails, del Facebook o personalmente, y desde aquí quiero dar las gracias a tod@s.
Ahora ha llegado el verano y la actividad literaria entra en un apacible letargo. El broche de oro lo pondrá la gran fiesta de celebración del 10º aniversario de la Agencia Sandra Bruna a finales de junio. Y en septiembre volveremos al ataque con Nunca fuimos a Katmandú, y espero que podamos empezar a hablar de Habana Jazz Club, mi segunda novela, que confío en que pese a la crisis, llegue a las librerías en el 2012.
Os deseo a tod@s un muy feliz verano.