Tenía ganas de ver el final del Brasileirao 2011 por ver cómo funcionaba la prueba de cerrar el torneo con partidos clásicos para evitar que los que se jugaran algo se encontrara con un rival sin nada en juego.
Así el Corinthians se las vería con Palmeiras, mientras que el Vasco de Gama recibía al Flamengo (junto a otros partidos como el Inter - Gremio o el Santos - Sao Paulo).
Vasco lo tenía complicado y aún así se volcó en cumplir con su parte adelantándose, pero los nervios del otro estadio, permitieron que el Fla, donde Ronaldinho tuvo una participación tan activa como desacertada. El empate fue un mazazo, porque a pesar de que el dominio de Vasco no fue tan grande como para conformarse con la mínima ventaja y lo pagó en un arranque de rubronegro que acabó con el definitivo empate.
Tras ese empate sólo quedaba dejar pasar el tiempo porque el desquiciamiento en el Engenhao acabó en ‘piñas’ y sólo alimentaba el nerviosismo entre los hinchas de Corinthians que mejoró en la segunda mitad (algo no muy complicado) y también regaló una tangana que, de fondo le vino bien para que pasara el tiempo.
Al final el expermiento de programar la última jornada no me acabó enganchando. Sí, a nivel emotivo funcionó más que bien, pero a nivel fútbolístico quizás ofrezca partidos más igualados pero también más especulativos.
Al menos sirvió para que Sócrates tuviera el final que pidió en 1983: ‘Morir en domingo y con Corinthians campeón’.