Con la gracia proverbial de los integrantes del grupo comandado por Carlos Alberto Cremata, el espectáculo mantuvo animado a un público de edades diversas que disfrutó el buen humor de la puesta, los cantos y bailes y el mensaje altruista y solidario.
Procedente de la provincia oriental de Holguín, donde también el meteoro dejó su huella nefasta, el colectivo ofreció su arte a niños y adultos en una decena de escenarios de varios municipios santiagueros.
Como un bálsamo fue recibido el gesto de La Colmenita en lugares de esta ciudad como Siboney, El Cobre, Cayo Granma y El Caney, en los cuales se ensañaron especialmente los vientos del vendaval para dejar tras sí un panorama desolador.
Dos meses después de esos momentos aciagos, el arte entregado por la compañía deviene otra razón para el optimismo en medio de la rehabilitación de las instituciones culturales y la recuperación de la normalidad cotidiana, matizada por los aprestos para esperar el 2013.
mgt/mca Twittear