La premisa no puede ser mas surrealista: Shannon compra un trastero en una subasta. Dentro del trastero hay una barbacoa. Dentro de la barbacoa hay una pierna humana. Este descubrimiento será el desencadenante de la bizarra escalada de acontecimientos que enfrentarán a Shannon con John, el hombre que perdió la pierna en un accidente de avión.
El documental arranca de modo desenfadado y con un aire cómico dado lo estrambótico de la situación inicial, pero según va escarbando en la vida de los dos protagonistas la cosa va alternando entre un tono de comedia y otro más dramático. La suerte de los directores ha sido encontrar, aparte de una historia tan extravagante, a dos personajes fuera de lo común. Porque Shannon y John resultan ser dos caras de la misma moneda, dos héroes (o villanos) con un pasado oscuro y que ahora viven en una especie de fantasía surrealista. Los dos llegaron a hacerse famosos con esta historia, pero sus antecedentes y comportamientos nos hacen ver que no todo el mundo está preparado para ello.
No esperéis el típico documental con giro sorprendente, esto es otra cosa. Sin ser el documental del siglo, es cortito, simpático y puede hacernos pensar. Resumiendo, "Finders Keepers" resulta cómico en unos momentos y melancólico en otros, y su gran baza son dos protagonistas a los que al final uno no puede evitar cogerles cierto cariño. Porque en realidad, estos dos personajes no son más que dos capitanes Ahab persiguiendo a su Moby Dick particular (¡qué bonito me ha quedao!).
Mi nota: 6,5