Este mes he perdido el avión de regreso a España de #ReposterasPorEuropa y he vuelto casi una semana más tarde de nuestro último destino. Este mes de noviembre viajábamos a Azerbaiyán y a pesar de tener la receta pensada, no he tenido tiempo de publicarla hasta el día de hoy.
Os pido disculpas a todas y en especial a Isabel de Gotas de Azúcar y Vainilla, la organizadora del reto y si ella me deja me gustaría participar en el recopilatorio de postres azeríes. Siempre procuro llegar a esta cita porque es un reto con el que disfruto mes a mes, viajando, investigando y compartiendo recetas con mis compañeras reposteras.
Como os decía viajamos a Azerbaiyán república situada entre Asia Oriental y Europa Occidental, que formó parte de la Unión Soviética hasta que se independizó de ella en 1991. Uno de los principales atractivos de Azerbaiyán es la Gran Ruta de la Seda que conecta China con Europa y por la que circulaba la seda, así como otras mercancías tales como joyas, instrumentos musicales, alfombras, metales preciosos que sirvieron para hacer negocios e intercambios culturales entre Oriente y Occidente.
Asimismo goza de atractivos naturales: llanuras, valles y montañas cubiertas de bosques y lagos alpinos que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Por eso Azerbaiyán cuenta con reservas naturales muy importantes y parques nacionales como el de Girkan, el más importante por su fauna y flora autóctonas con multitud de especies, algunas de ellas en peligro de extinción.
Aterrizamos en la capital, Bakú, ciudad portuaria próxima a importantes campos petrolíferos y refinerías de petróleo, situada en el sudeste del país. Cuenta con un barrio antiguo de estrechas calles, "Ichari Shahar", en el que podemos encontrar el Palacio de los Shirvanshah y la Torre de la Doncella, declarados Patrimonio de la Humanidad. Otro lugar que no debemos dejar de visitar es el Atashgah de Bakú o Templo del Fuego que es un edificio religioso parecido a un castillo, en el que arde una llama eterna gracias al gas natural del subsuelo.
Yanar Dag es una montaña situada a unos 50 minutos del centro de Bakú que está continuamente en llamas por la salida del gas natural a través de la piedra. Estas llamas llevan activas desde la antigüedad. Otros lugares que no deberíamos olvidar en nuestra visita a Azerbaiyán son los baños públicos o "Hamam Mehellesi", la Ópera nacional, El Muso de Alfombras y Arte Aplicado y el Museo de Historia de Azerbayán.
Visitas obligadas son también ciudades como Quba, a unos 160 km. de Bakú y que es famosa por confeccionar las mejores alfombras de Azerbaiyán y por ser una región natural que produce más de 40 variedades de manzanas o el Parque Nacional de Gobustán, museo al aire libre lleno de pinturas rupestres neolíticas y volcanes de lodo situado a unos 65 km. de la capital.
Y por no desviarme mucho más, que yo en seguida me emociono, en el capítulo de la gastronomía deciros que la cocina azerbaiyana está compuesta por gran variedad de ingredientes. Las sopas son consistentes porque contienen menos caldo y pueden tomarse frías o calientes, como por ejemplo "Dovga" o sopa espesa picante hecha de yogur, espinacas, arroz e hinojo o "Dograma" que se prepara fría con leche agria, patatas, cebollas y pepino. También son típicos los platos preparados con pasta, el más famoso es "Dushbarra" que es un caldo con raviolis rellenos de cordero y hierbas.
Uno de los platos más famosos en Azerbaiyán es el "Plov" preparado a base de carne y arroz. Hay más de 40 variedades en función de los ingredientes usados, así tendríamos "Kourmá plov" con carne de cordero guisado, "Plov Sabzí Kourmá" con hierbas aromáticas y carne de cordero, "Toyúg Plov" con pollo, "Suplí Plov" con arroz cocido en leche o "Shirín Plov" con frutos secos.
En cuanto a los platos principales, nunca puede faltar en las cenas familiares el "Kebab" sobre todo el de cordero y también existen platos tradicionales preparados con pescado como "Balig" que es esturión asado con salsa de ciruelas.
Y como siempre llegamos a los postres, no sin antes haber hecho un pequeño tour por el país. Los pasteles en Azerbaiyán se dividen en tres categorías: de harina, acaramelados y abombonados. Tenemos postres como "Shekerbura" o pasta rellena de azúcar y almendra molida con forma de empanadilla, "Pajlavá" dulce preparado con hojaldre y nueces,"Rahat Lokum" que son una especie de gominolas preparadas con azúcar o miel con sabor a zumos de frutas, los higos bañados o el "sorbete", bebida preparada a base de limón, azúcar, azafrán, semillas de menta y albahaca.
También es tradicional servir el té a los huéspedes como símbolo de hospitalidad y para dar pie a entablar una conversación. Se suele acompañar con "murabbá" o mermelada de diferentes sabores y galletas o "kurabiye" como las que hoy os traigo y que espero os gusten.
INGREDIENTES
Para la masa
- 125 gr. de margarina
- ½ cucharadita de aceite
- 55 gr. de azúcar glacé
- 1 yema de huevo
- 1 cucharadita de vainilla
- 275 gr. de harina
Para rebozar
- 1 clara de huevo
- 50 gr. de avellanas peladas y picadas
- 50 gr. de pistachos pelados y picados
Para rellenar y decorar
- Chocolate o mermelada
- Pistachos picados
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 180º C.
En un recipiente ponemos la margarina, el aceite, la yema de huevo, el azúcar glacé y la vainilla. Añadimos la harina y amasamos con la mano hasta conseguir una masa de consistencia suave.
Envolvemos la masa en un film y metemos en el frigorífico 20 minutos.
Hacemos con las manos unas bolitas de masa de unos 20 gr. cada una (del tamaño de una nuez) y presionamos en el centro con el dedo para hundir un poco la masa.
Cuando las tenemos todas formadas, pasamos una a una por clara de huevo y rebozamos las galletas en avellanas (yo he rebozado la mitad en avellanas y la otra mitad en pistachos picados).
Vamos colocando las galletas en la bandeja sobre un papel de horno y horneamos 15-20 minutos.
Dejamos que se enfríen y posteriormente vamos rellenando el centro de las galletas con chocolate fundido o mermelada.
Decoramos con unos trocitos de avellana o pistachos.
Nota: con estas cantidades a mi me han salido 24 galletas.
La bebida nacional de Azerbaiyán es el té negro que se sirve en un "samovar", recipiente metálico en forma de cafetera alta. Es una especie de tetera que cuenta con una fuente de calor para preparar el té y un grifo para servirlo.
Nada mejor que acompañar estas galletas que con el té negro del que os hablaba o en su defecto con un buen vaso de leche que es como las comimos en casa. No quedaron ni las migas...