Sin duda, Memorias del subsuelo, es el libro de Dostoievski que más me ha marcado y quizá el libro del que más frases y pasajes he subrayado. Un libro terrible. Con un protagonista que, por desgracia, nos encontramos a menudo en la vida real, entre nuestros semejantes. Y del que, tal vez, todos tengamos algo. Ahora Sexto Piso reedita esta novela en un hermoso libro que se completa con las ilustraciones de Jorge González, que crean la atmósfera idónea para el contenido de este texto. Te dejo con el principio, bajo la portada.
Soy un hombre enfermo… Soy malo. No tengo nada de simpático. Creo estar enfermo del hígado, aunque, después de todo, no entiendo de eso ni sé, a punto fijo, dónde tengo el mal. No me cuido ni nunca me he cuidado, por más que profeso estimación a la medicina y a los médicos, pues soy sumamente supersticioso, cuando menos lo bastante para tener fe en la medicina. (Mi ilustración me permitiría no ser supersticioso, y, sin embargo, lo soy…). No, caballero; si no me cuido es por pura maldad; eso es. ¿Acaso no puede usted comprenderlo? Pues bien, caballero, lo entiendo yo, y basta. Sin duda no acertaría yo a explicarle a quién perjudico en este caso con mi maldad. Me hago perfecta cuenta de que, no cuidándome, no perjudico a nadie, ni siquiera a los médicos; mejor que nadie en el mundo, sé que sólo a mí mismo me hago daño. No importa; si no me cuido es por malicia. ¿Que tengo enfermo el hígado? ¡Pues que reviente!
Fiódor Dostoievski. Memorias del subsuelo. Editorial Sexto Piso, 2013. Versión directa del ruso de Rafael Cansinos Assens. Ilustraciones de Jorge González.
Y me complace anunciar que el Extermiandor de e-rratas, no ha encontrado ninguna en las 173 páginas de estas Memorias del subsuelo.