Ya hablé hace un tiempo de la primera temporada, que me pareció sencillamente brillante y mucho mejor que la serie original británica en que se inspira la americana. La segunda temporada, si bien no me pareció mala en ningún momento, sí que me resultó algo inferior a la primera e incluso me desenganchó un poco. Pero, ¡zas! Fue llegar a la tercera y sentí que la serie daba una remontada. La tramas han sido más ingeniosas, rápidas -algunas duraban apenas dos episodios-, definidas y mucho más intensas. Hemos visto a los protagonistas al límite, más al límite, quiero decir. Personajes desaprovechados como Mandy han tenido más relevancia y otros algo cargantes como Karen han desaparecido del mapa durante un tiempo para luego regresar en la segunda mitad de la temporada y dar caña. Y por caña entiéndase zorreo, manipulaciones, mentiras y algún que otro atropello. Cosas ligeritas.
Fiona. Qué puedo decir de la leona. Fiona es una chica que es demasiado buena para el barrio. Fiona es esa chica en la que te fijarías estando en una discoteca abarrotada. No te fijarías en la pelirroja explosiva y perfecta que baila al lado, sino en ella, porque ella no baila para impresionar a los demás, baila para sí misma. Para disfrutar. Tiene una belleza natural que no podrían ocultar ni mil capas de mugre. Fiona no quiere la admiración de nadie, no lucha por eso, pero no puede evitar que la gente la sienta por ella. Me estoy refiriendo al clímax de la temporada, a la escena en los juzgados en que Fiona se enfrentó a Frank para conseguir la custodia completa de sus hermanos. El juez se conmovió tanto que no pudo evitar ser brutalmente sincero con ella: Le dijo que al conseguir la custodia se estaría comprometiendo de por vida, que estaría malgastándola. Le dijo que él no habría querido eso para su hija. Pero ella no pudo evitar seguir adelante, sin ni siquiera consultar a Jimmy, porque es demasiado buena. Para el barrio y para todos. Y quizá algo egoísta. Sin embargo, ya lo descubrimos al final de la primera temporada; ella siempre elegirá a sus cachorros antes que a Jimmy o que a cualquier otra persona, porque ellos son su vida. Aprende eso, Jimmy.
Fiona, me encantas. Quien pudiera ser Jimmy... sin tener a mafiosos brasileños encima, por descontado.
Insisto. ¿Cómo demonios no está nominada para los Emmy? ¿La han mirado bien los críticos? Recuerdo el momento en que descubrió que había sido su padre el que había alertado a los servicios sociales. Recuerdo su mirada. Se me pusieron los pelos como escarpias. Si Emmy Rossum (valga la ironía) no es buena actriz, no sé quién puede serlo. Aun así se agradece que hayan nominado a Joan Cusack, que no es ni más ni menos que la actriz que interpreta a Sheila. No sé qué me pasa con ella, que todo lo que hace me emociona muchísimo. Ella es la vecina chiflada y encantadora que todos querríamos tener. ¿Y he mencionado la trama de Veronica, Kevin y su madre, que probablemente haya sido una de las más geniales de toda la serie? Solo diré dos palabras: 'Ghost prostitute'.
La cuarta temporada de Shameless se estrena, según me han informado varios tuiteros, a mediados de enero más o menos. Será una tortura esperar tanto tiempo pero, ey, ya sabéis lo que se dice; lo bueno, si breve, dos veces bueno. Honestamente, debo decir que me parece una chorrada de expresión, pero ajo y agua. Esa sí que es buena.
¡Vuelve pronto, Shameless!