Silbato en mano, el árbitro miraba para los costados y ajustaba detalles para el comienzo del segundo tiempo. En la mitad de la cancha, dos futbolistas de Estudiantes se preparaban para abrir el juego. Nada fuera de lo común en el estadio Jalisco, donde se jugaba la cuarta fecha del Apertura 2011 mexicano. Hasta que una de las cámaras enfocó hacia el banco de suplentes. Y allí, se vio una escena surrealista. Increíble. Un policía le pedía un autógrafo al DT de Tigres, Ricardo Ferretti. Sin complejos, el oficial le tendió la camiseta y Tuca dejó su firma. Un momento inesperado, y que provocó el malestar del relator azteca. Su sugerencia fue letal: “Mejor dedicate a cuidar las calles, mi hermano”.