Fish Tank

Publicado el 21 marzo 2010 por Gine @Gine_1414
Hay películas que consiguen hacerte pensar. No tienen que contarte grandes dilemas morales, ni tener una compleja trama, simplemente tener algo que involucre al espectador. Fish Tank es uno de esos casos. Una de esas películas que sabes que no es perfecta, que ves los fallos que tiene, pero que sin embargo consiguen convencer a tu cerebro, a tu corazón y a tu ojo crítico que acaba afirmando que estás delante de una película que ha merecido la pena ver.
Fish Tank cuenta la historia de Mia, una adolescente que aquí en España formaría parte de la generación Ni-Ni (ni estudia ni trabaja) que está enfadada con el mundo. Mia vive en un ambiente pobre y en medio de una familia desequilibrada con una hermana pequeña que se dedica a soltar perlas por su boca y con una madre que sigue anclada en la adolescencia. El ambiente de la familia cambia cuando la madre tiene nuevo novio, Connor. Connor traerá grandes cambios en la familia de Mia. E incluso conseguirá que la joven adolescente intente poner rumbo a su vida.
La película está dirigida por Andrea Arnold quien ganó un Oscar al mejor cortometraje en 2003. Aun así, se nota que la directora solo lleva un largometraje filmado, y este es solo el segundo y le faltan cosas por pulir. Por otra parte la directora se rodea de un reparto en su mayoría joven inexperto y desconocido. Peor esa inexperiencia se torna en la belleza de lo imperfecto, convirtiéndose en una película perfecta dentro de sus imperfectitudes. La cámara no es más que un testigo silencioso de la protagonista, una chica que como se apunta en la sinopsis hace mucho que ha perdido el rumbo, que ni estudia ni trabaja y que se mantiene ocupada buscando problemas.
Al acabar de ver la película, o incluso leyendo solo la sinopsis ya vemos que la originalidad no es su fuerte. Historias de hogares destrozados, familias desestructuradas que su deseo más profundo es salir adelante, y hacer un retrato de la parte más marginadas de la sociedad se ha hecho muchas veces. Es otra película europea con un presupuesto bajo. Aun así todas sus querencias están con una frescura y naturalidad presente durante su corto metraje.
El film juega de manera muy clara con la canción California Dreamin'. Connor y su canción aparecen en la vida de Mia y su familia y parece que puede llegar a ser capaz de solucionar todos los problemas. Como el americano y el europeo que creía que California era diferente. A nuestra protagonista se le indica una alternativa, otro camino, para salid de su situación, concretamente el baile, pero al final, como el sueño americano se desvanece y resulta ser un espejismo de sabor amargo. Como una pecera, los bajos fondos de una pequeña ciudad/pueblo británico oprimen a nuestra protagonista y le hace olvidar su sueño y perder las esperanzas de salir.
Interpretativamente todos muestran grandes aptitudoes. Unas interpretaciones descaradas, desencarnadas, sin la fantasía ni la parte edulcorada presente en todas las películas hollywoodienses. Katie Jarvis interpreta a Mia. Con su juventud es capaz de cargar la película y sacarla adelante. Su actuación es una mezcla de contensión y naturalidad; Michael Fassbender (monumental la interpretación que hace en Hunger) interpreta a Connor el misterioso nuevo novio de la madre de mía. El actor cumple con su papel, aunque creo que el desenlace de su personaje podría ser mejor.
Como conclusión un film muy humilde que desprende frescura y naturalidad, sin retóricas made in Hollywood, con unas muy buenas actuaciones.
Nota: 7/10