Empezamos batiendo los huevos, la leche, las yemas y la mitad del azúcar hasta que se integren todos los ingredientes. Cortamos dos rodajas de piña a dados y los mezclamos.
Ponemos la otra mitad del azúcar que hemos reservado en un cazo con unas gotas de zumo de limón y lo calentamos a fuego lento hasta que quede un caramelo de color dorado. Untamos con el caramelo 4 moldes individuales o 4 vasitos y repartimos en ellos la crema que hemos conseguido.
Los ponemos en una fuente refractaria con un poco de agua caliente en el fondo; no debe entrar en contacto con la crema durante la cocción. Ponemos la justa para que cubra como mucho tres cuartas partes de las flaneras. Metemos la fuente en el horno, precalentado a 160º, y cocemos los moldes al baño maría durante 45 minutos. Para ver si están hechos, los pinchamos y si el pincho sale húmedo, los dejamos unos minutos más.
Cuando ya estén hechos los metemos al frigorífico para que se enfríen. Los servimos con una rodaja de piña en la base y los flanes desmoldados encima.
Para este postre también podemos utilizar melocotón en almíbar, pero debemos tener en cuenta que es más dulce y, por tanto, a la hora de añadir el azúcar pondremos menos cantidad.