Vuelvo con una receta light y no por ello menos rica, aunque por casa me van reclamando que haga bizcochos, magdalenas y pan, mal acostumbrados que los tengo, es lo que pasa cuando tienes un blog de cocina, Marta me decía ayer que la que está a dieta soy yo y no los demás, pero ¿como voy a ser capaz de no probar una magdalena copetera o un trocito de bizcocho?, así que para acallar un poco peticiones, dulce pero bajo en calorías.
De paso he aprovechado para estrenar este molde al que no pude resistirme, no me diréis que no es chulo, ya sé que esto es una enfermedad pero que le vamos a hacer, soy débil y sucumbo a la llamada de los moldes, uno más para la colección.
INGREDIENTES:
500 g de queso fresco batido desnatado
250 ml leche semidesnatada
45 ml de sirope de agave Sunny Via
8 laminas de gelatina neutra Mandarín
1 cucharada sopera de café soluble
Fideos de chocolate para decorar, optativo.
*Si no queréis hacerlo light y que quede más contundente podéis sustituir el queso fresco batido desnatado, que es un poco acido, por queso crema y añadir azúcar en lugar de sirope de agave.
PREPARACIÓN
Ponemos la gelatina en agua para que se hidrate.
Calentamos en el microondas un poco de leche y disolvemos las láminas de gelatina bien escurridas, añadimos la cucharada de café soluble y removemos. Reservamos.
En un cuenco echamos el queso, el resto de leche y el sirope de agave y batimos bien, echamos la leche con la gelatina y café y mezclamos hasta integrar.
Llenamos los moldes con la mezcla y metemos a la nevera al menos 12 horas.
Es un postre ligero y no demasiado dulce, servimos con fideos de chocolate, con un poco de chocolate fundido o con cualquier otro acompañamiento que nos guste.
Como veis es rápido y fácil.