Sobre flanes hay mucho escrito, ya que se dice que provienen de los antiguos romanos. Esencialmente su fórmula se reduce a huevos, leche y azúcar, que después de batirlos se mezclan y se cuecen al baño María en un molde caramelizado, luego después de cocido se invierte. He leído que los primeros flanes se hacían utilizando en lugar de azúcar, pimienta ¡pues bueno! no digo que no, que pudieron estar hasta buenos (tal vez se refieren a un tipo de flanes salados ¡vaya usted a saber!). De momento os voy a dejar éstos hechos con queso crema, que están muy buenos, son más densos que los tradicionales, no llevan huevo y tienen una textura increíble.
Ingredientes:
- Queso crema tipo Philadelphia 200 g.- Nata del 35% 200 ml.- Leche evaporada 250 ml.- Azúcar 100 g + azúcar para caramelizar los moldes o caramelo líquido tipo Royal.- Gelatina neutra 4 hojas.
Elaboración:
Escoged moldes que puedan después dejar flanes de distintas formas. Poned caramelo en la base de los moldes.
Hidratamos la gelatina en agua.
En una cacerola ponemos todos los demás ingredientes a cocer, despacio y sin que hierva. Cuando se hayan disuelto el azúcar y el queso y después de diez minutos cociendo, apartamos del fuego y echamos la gelatina escurrida de agua. Disolvemos y si queremos pasamos la batidora para integrar mejor y hacer más fina la preparación.
Llenamos los moldes y cuando templen los metemos en el frigo hasta el día siguiente. Para desmoldar pasamos la hoja de un cuchillo de pala por todo el borde, con cuidado de no romperlos, o bien los sumergimos unos segundos en agua caliente.
Decoramos a nuestro gusto.