Flipando la Programación

Por Jesús Hernández González @jhergony

Imagen vía http://toyoutome.es/

Si eres docente y te muestran una unidad didáctica o situación de aprendizaje sin trastienda, 


¿Eres capaz de deducir la trastienda? 


A buen seguro que, si la tiene y tú eres buen docente, la deducirás.



Debemos colocar la Creatividad en el centro del aprendizaje.

  • Creatividad
  • Curiosidad
  • Placer por aprender
  • Libertad

Van de la mano, son los 4 pilares del hecho educativo.


Con esos 4 pilares, puede haber 
  • Indagación
  • Investigación
  • Comparación
  • Espíritu crítico
  • Elaboración de propuestas (que no productos)

Sin ellos, sólo acumulación con estimulitos, que cuando desaparecen...

Bajando a la arena:

  • Primero diseñamos el proceso Educreativo (por supuesto, teniendo presente la creatividad del curioso).

Luego:

  • Lo interpretamos, lo completamos, le damos contenido y mejoramos su forma, sin por ello, romper el proceso ni dañarlo.

La Programación Tradicional y No Tan Tradicional es el corsé que aprisiona al docente y acaba con la creatividad del discente.


Y lo que es peor, 


Con sus ganas de indagar y el placer de aprender.

¿Quiere decir esto que el hecho educativo debe ser absolutamente improvisado?


En absoluto (o sí).
  • Todo aquel que ha preparado concienzudamente algún acto educativo, sabe las horas de dedicación que conllevan.
  • Todo aquel que se ha dejado pervertir por la formal programación, sabe de las horas de frustración que conllevan.

Invertir el proceso

De lo que hablo, ahora que está de moda el concepto, es de darle la vuelta al proceso de preparación de los actos educativos:

  • Primero, crear...
  • Después, conformar

Todo ello, sin malograr el proceso creativo y sin dejar la puerta abierta a aprovechar el momento y acabar con la mirada constante, la palabra precisa y la sonrisa perfecta.

  • Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan, para que no las puedas convertir en cristal.