La "muñeca" flexible de la tortuga le ayuda a reducir el deslizamiento sobre la arena
Una de las primeras actividades de la vida de una tortuga marina es arrastrarse a través de una playa para llegar al océano. Con los depredadores, y distrayéndoles la contaminación lumínica, puede ser un viaje difícil para las crías.
Pero el simple hecho de que estas criaturas caminen sobre la arena no es trivial; las aletas se utilizan mejor en la natación.
Para entender cómo se mueven las crías sobre la tierra, los investigadores de Georgia Tech School of Biology crearon FlipperBot (FBot para abreviar), la primera criatura mecánica del mundo en demostrar cómo se pueden utilizar las aletas para caminar en terrenos blandos.
Basado en imágenes de crías recolectadas en la costa de Georgia, FBot revela cómo las criaturas ejercen una fuerza que las impulsará hacia adelante, simplemente haciendo que sus miembros se hundan en la arena. La "muñeca" flexible de la tortuga le ayuda a reducir tal deslizamiento, y evita que la criatura se quede atascada en la arena, informó el equipo el martes en línea en Bioinspiration and Biomimetics.
La clave para mantener el rendimiento parece ser la capacidad de las crías de controlar sus muñecas, lo que les permite cambiar la forma en que utilizan sus aletas en diferentes condiciones de arena.
Los investigadores están recogiendo las lecciones aprendidas con FBot utilizarlas en su próximo proyecto: un robot que se parece al muy lejano ancestro humano y pez anfibio híbrido Ichthyostega, que podría ayudar a los paleontólogos a comprender cómo permitieron a los animales las primitivas extremidades arrastrarse fuera del agua hasta la tierra.
Artículo científico: Flipper-driven terrestrial locomotion of a sea turtle-inspired robot