Como parte del Plan Nacional Buen Vivir, 2013 -2017 el gobierno ecuatoriano a través de sus organismos de desarrollo como SENPLADES, SENESCYT y el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) llevan adelante un plan colaborativo de gran escala llamado Flok Society. Es en el 2012, cuando miembros de aLabs, una empresa de software libre y mientras visitaban Quito, que inicia FLOK.
Entre sus primeros tuits, @FLOKSociety escribía: “El sueño de lo común, las hackers, investigadores, economistas, abogadas, y las gentes del mundo está a punto de comenzar…”. Eso sucedía durante el verano ecuatoriano del 2013.
A pesar de la aparente contradicción entre el lenguaje del presidente ecuatoriano y su propuesta de creación de una matriz productiva del conocimiento común y abierto, una de las más prominentes figuras en la política de planeamiento, René Ramírez – @compaiRENE ratifica las intenciones de su gobierno: “Posicionemos a Ecuador como un paraíso del conocimiento abierto. Esto abre una ventana de oportunidades enorme y es verdaderamente una iniciativa esperanzadora.”
FLOK es la abreviación de Free/Libre Open Knowledge. Bajo la premisa que el conocimiento es un bien común al que puede acceder toda la población de forma ilimitada, y con fondos provenientes del gobierno ecuatoriano, el estado quiere moverse de una fase de dependencia en recursos limitados (finitos), a una economía de recursos ilimitados (infinitos). Para ello ha contratado a un grupo de expertos internacionales, entre ellos Michel Bauwens, David Harvey y Miguel Robles-Duran.
Pero como el mismo Director del equipo de investigación sostiene, el Ecuador enfrenta una serie de contradicciones para que FLOK tenga éxito. El commons no es suficiente, se requiere de instituciones cívicas y económicas que respalden y protejan los valores y beneficios de un mercado accesible y abierto. Ese parece ser el reto de este proyecto.
¿Cómo conciliar una política de extractivismo con la aspiración a una economía del conocimiento social que promueve la sostenibilidad? ¿Cómo se puede recaudar dinero para programas públicos a través de los ingresos del petróleo, mientras se propende una economía común, abierta, descentralizada e innovadora, con procedimientos que van directamente en contra de esta política? Otro es el contraste entre las políticas que promueven el conocimiento abierto y la innovación social frente a los procedimientos altos de control de un gobierno que tiene poca tolerancia para con quienes no lo apoyan y severamente limita la autonomía y la libertad de las organizaciones civiles en el país. La verdadera pregunta sin embargo está en si el gobierno busca en serio acercarse hacia transformación de su modelo económico enmarcado en su visión de un socialismo del siglo 21.
Las contradicciones abundan y estas son sólo algunas de las contradicciones que se le ocurren inmediatamente al observador. El país andino busca con este proyecto, en palabras de Ola Bini, un programador sueco de talla mundial involucrado con Thoughtworks, se convierta en “uno de los pocos lugares en el mundo que puede defenderse de ese estado totalitario”, como esla vigilancia global.
Lo que sigue es el primer hang out que algunos líderes ecuatorianos en conjunto con Bauwens, desarrollaran respecto al tópico (Mapeamos el ecosistema colaborativo de Ecuador) durante la semana que termina: