El artista británico Hugh Turvey captura la belleza de objetos cotidianos mediante rayos X, consiguiendo imágenes realmente únicas.
El origen de esta técnica, bautizada por Hugh como Xogram, fue en 1996, cuando radiografió un cráneo haciéndole un favor a un amigo que necesitaba una portada para su disco.
El satisfactorio resultado hizo que, desde aquel momento, emplease la misma técnica en cualquier objeto que le rodeaba, y que ha acabado dándole la fama por todo el mundo gracias a este método tan poco común. La ha utilizado para crear varias series de imágenes de radiografías coloreadas de objetos cotidianos, entre ellos, flores.
No me digais que no es espectacular.