Thara es una adolescente normal, salvo por su extraña narcolepsia y unos ojos de color violeta intenso que no dejan indiferentes a nadie.
Un día, al intentar llevarse una flor de iris de un jardín de su barrio, se desmaya al despertarse descubre que se encuentra en un mundo extraño donde todo está hecho de cenizas. Asustada, Nate, un muchacho que surge de la nada, la rescata de las extrañas criaturas que allí habitan. Cuando intentan hablar con el chico, se despierta y se ve de vuelta en el mundo real, en el coche del propietario del jardín en el que se ha desmayado, Charles, que resulta ser un viejo amigo de su padre. Ella, que no ha conocido a su padre y no sabe nada de él, quiere saber más, pero su madre le prohíbe hablar con Charles. Tiene que saber más, y para eso sus dos mejores amigos, Christine y Leonard, la ayudarán. ¿Que su padre es Ray Pitbury, el escritor? No puede ser, pero aun así, se pone a leer uno de sus libros. Al hacerlo, descubre un mundo desconcertante, ese mundo que ha visto y del que ha salido sin saber por qué. ¿Qué es ese lugar? ¿Es Nate real?
Ficha técnica
Agradecimientos a Libros de Seda