Y es que mi madre es de un pueblo de Ciudad Real, Almadén, curioso por que está tan cerca de Andalucia que para ella el gazpacho que sabe hacer es el andaluz y no el manchego. Hace años tuvo bastante renombre debido a uno de los yacimientos más grandes de cinabrio, mineral del que se extrae el mercurio, y sus minas han sido durante siglos unas de las más importantes del mundo. Ahora las minas están inactivas y es una de las razones por las que los jóvenes emigraron, pero es una región vistosa y tiene edificios emblemáticos y tan peculiares como la única plaza de toros del mundo hexágonal!
No voy a dar mucho la brasa, pero ahora que el turismo rural está tan de moda, igual os apetece conocer esta región, siempre se encuentran rincones interesantes...
Y ahora os dejo estos sencillos dulces que tienen una forma parecida a la de la plaza de toros jejeje
Yo seguí la receta tal y como la encontré en el blog "La reposteria de Miguel" que está muy bien explicado, y como ponía para 15 flores... pero a mi me han salido para alimentar un regimiento... con lo que considero que la próxima vez haré la mitad de las cantidades. Aún así, aquí os la dejo tal cual las he hecho.
INGREDIENTES
- 300 gr. de harina
- 300 ml. de agua
- 6 huevos
- pizca de sal
- la cáscara de una naranja
- miel, azúcar y/o canela
Batimos los huevos y añadimos la pizca de sal.
Añadimos el agua y seguimos batiendo bien.
Añadimos la harina poco a poco, sin dejar de batir.
Se obtiene una masa líquida, ligera y suave que tiene este aspecto.
Ponemos en una sárten alta aceite de girasol a una temperatura media-alta. Echámos la cáscara de la naranja para aromatice el aceite. También metemos el molde de las flores, para que vaya cogiendo temperatura.
Cuando se haya dorado la retiramos del aceite.
Es importante no dejar de remover la masa, para que no se asiente. Así que la iremos batiendo continuamente. Una vez está el aceite, sacamos el molde de la sartén y lo introducimos en la masa, pero no lo sumergimos del todo, si no que dejamos una franja sin ella.
Metemos el molde con la masa en el aceite caliente y cuando empiece a abrirse hacemos unos ligeros movimentos para que acabe de soltarse.
Dejamos que se dore un poco por un lado y le damos la vuelta para que se dore por el otro, mientras mantenemos el molde en el aceite para que no pierda temperatura.
Vamos repitiendo la operación hasta que se acabe la masa, si al sacarlas las ponemos en un papel de cocina empapará el exceso de aceite que haya podido quedar.
Llega el momento de terminarlas, bien rebozándolas en azúcar aprovechando que aun están calentitas...
O bien rociándolas con miel.
Otra opción es poner una cucharada de canela molida en el azúcar. Le dará otro aroma y sabor delicioso.
Incluso, si teneis en casa, el jarabe de arce, el típico de las tortitas americanas, también le va de lujo.
Cualquiera de las opciones es perfecta! Eso ya va a gusto del consumidor...
Buen provecho y A DISFRUTAAAAR!!