Flores y Plantas de Extremadura
Están en las cunetas, en los caminos, las dehesas, bosques de extremadura y gran parte de la peninsula. Vamos a intentar acercarnos mas allá de su mera contemplación.
Chupamieles
Nombre: Anchusa Azurea
Nombre común: Chupamieles, lengua de buey, alcalcuce, argámula, melera, miel de avispas, raíz de fuego…
El nombre de “chupamieles” da idea además de lo ligada a la cultura popular que ha estado esta planta; era ya en el siglo XI cuando Umdat Al-tabib (un botánico anónimo hispanomusulmán) relataba que “las gentes chupan la flor de esta planta y extraen del fondo de la flor una lágrima de miel”.
Familia: Boraginaceae.
Etimología:
Anchusa: Nombre genérico del latín anchusa para una planta utilizada como cosmético o como emoliente para calmar y suavizar la piel. En griego significa teñir o pintar.
Azurea: Epíteto latino que significa “azul profundo”, por el color de los pétalos. Muy significativo es el nombre vernáculo lengua de buey, por la forma de lengua de sus hojas basales y la aspereza de las mismas.
Descripción de la planta:
Toda la planta está cubierta de pelo más o menos rígido y áspero al tacto, (planta hirsuta), según nos aproximamos a la base éste es más largo, y más denso.
Las hojas alternas son sésiles (desprovistas de pecíolo) y lanceoladas excepto las que están cerca de la base o basales; todas ellas cuentan con un pecíolo, de color rojizo en algunas y que acaba en una hoja de forma oblongo-lanceolada o lingüiforme (en forma de lengua), al igual que en el tallo pelos son más densos.
Las flores son de un color azul eléctrico, con cinco pétalos, actinomorfas, con los dos sexos (hermafrodita).
El fruto es tetraquenio (de cuatro aquenios) y cubiertos de verrugosidades.
Floración:
De su recolección con fines medicinales interesan principalmente las hojas y la flor; esta flor se diferencia, además de por tener el cáliz dividido en cinco gajos profundos, por poseer una corola tubulosa de 10 a 12 mm de largo, dividida también en cinco lóbulos extendidos horizontalmente de un color azul muy intenso.
Tanto las flores como las hojas, una vez recolectadas, se ponen a secar a la sombra o en secadero a temperaturas no demasiado elevadas. Posteriormente se guardan en frascos herméticos.
Usos y propiedeades:
La lengua de buey es de sabor mucilaginoso e inodoro; se puede tomar en vino o infusión. Sus partes activas contienen alcaloides, mucílago (el de las flores es expectorante contra la tos), ácido salicílico, cinoglosina, consolidina, antocianinas (pigmentos) y otras sustancias.
La lengua de buey también tenía antiguamente otras utilidades no medicinales, tales como la de tinte rojo, que era extraída de la raíz; de hecho, el nombre griego anchusa significa teñir o pintar. Galeno cita otro uso de esta planta como uno de los más antiguos cosméticos.
Remedios:
Vino:
Para las aplicaciones internas descritas, principalmente como expectorante y afecciones de las vías respiratorias altas, se puede elaborar un excelente vino de lengua de buey añadiendo un puñado de sumidades florales a un litro de vino blanco generoso; dejar macerar durante diez días. Filtrar antes de tomar unas dos o tres copitas diarias.
Decocción:
Para las mismas aplicaciones internas, también se puede elaborar una decocción hirviendo 20 gramos de hojas de lengua de buey en un litro de agua durante media hora. Tomar tres o cuatro tazas al día.
Dietas depurativas de lengua de buey: Las hojas frescas de lengua de buey tienen una gran cantidad de vitamina C. Durante la primavera se pueden utilizar en dietas depurativas como la ensalada o las espinacas.
¡Pero mucho cuidado! Su uso tiene que estar regulado por un experto, ya que puede resultar muy tóxica en mujeres embarazadas, así como en niños y casos de hepatopatías.