Nadie se escapa de la crisis. El pasado año fue un difícil año para Fluidra. En 2009 acabó presentando unas pérdidas de siete millones de euros. Sin embargo gracias a que el grupo produce una muy fuerte generación de caja que le permite disponer de unos fondos propios de 300 millones, el consejo de administración de la compañía ha propuesto hoy a sus accionistas reunidos en junta general repartir un dividendo por valor total de cuatro millones de euros, igual al del año anterior. Va en contra de su política de pay-out qu hasta la fecha consistía en repartir el 25% de los beneficios. “Y es que para nosotros la retribución al accionista es un tema prioritario” justifica el consejero delegado, Eloi Planes.
Por otro lado, la compañía ha enfocado este ejercicio como de trnasición después que 2009 fuera de reflexión, reorganización interna y replanteamiento de su plan estratégico. La decisión final fue de seguir apostando por la internacionalización y continuar creciendo. El negocio proveniente del exterior supone ya el 75% de la facturación. El grupo está presente en 150 países y de manera directa en una treintena. La decisión es apostar por Brasil, norte de África y China que hoy supone aproximadamente el 15% del total. En un año y medio “debemos estar implantados con fuerza y en cuatro años estas áreas deberían generar el 35%” afirma Planes. En concreto, en el mercado chino se quiere potenciar el negocio de la conducción de fluidos. Y en Brasil “vamos a estar muy atentos las oportunidades”.
Sus fortalezas se centran en su liderazgo sectorial y su gran internacionalización además de estar presente en sectores de futuro como es el agua.
Después del proceso del plan de reestructuración aplicado en 2009 que supuso un coste de 19 millones de euros, la compañía ha vuelto a la senda de los beneficios en 2010 (7 millones de pérdidas en 2009). En el primer trimestre ya generó cien mil euros y espera aumentar ligeramente la facturación este ejercicio para volver a crecer de manera destacada a partir de 2011.