El Fondo Monetario Internacional no es un organismo que pueda presumir de ser transparente. En los últimos meses varios componentes de su estructura han sido involucrados en casos delictivos, abusos sexuales, abuso de poder, desvío de fondos, nepotismo...
Una gran diversidad de delitos en el currículum de esta institución, que no se salda con dimisiones ni con destituciones. Todo ello a pesar de que algunos de sus directivos tienen más relación con los presos comunes de cualquier prisión que con la prestigiosa entidad que debería ser.
Sin embargo no dudan en dar consejos más que discutibles para sacar a occidente de la crisis. Aconsejan despidos masivos de funcionarios, reducción de sueldos y proponen como opción para luchar contra el hambre alimentarse a base de insectos. Además, se permite "alertar" de que la población vive más de lo esperado.
Los más triste es que los gobiernos europeos siguen dando credibilidad a una institución de esta calaña, y tomando en serio sus fevriles divagaciones.
alfonsovazquez.comciberantropólogo