Pero hete aquí que los portugueses, ‘rescatados‘ por la Unión Europea y el FMI a cambio de importantísimos recortes sociales en áreas tan acostumbradas a las mermas como la educación, la sanidad, las pensiones o las tasas de desempleo, expresan su frustración con una ironía que a mí me parece mucho más insultante que el más gordo de los tacos.
Si yo fuera uno de los políticos que ha llevado al país a la ruina, que lo ha vendido a los bancos y a los prestamistas, que ha permitido que se recorten servicios fundamentales, se me caería la cara de vergüenza al leer un mensaje como el que aparece en la fotografía. Claro que tratándose de políticos lo que harán será sonreir, justificarse y restregarse las manos pensando en cómo les beneficiará el río revuelto. Por mi parte tengo que quitarme el sombrero ante los vecinos, que saben mucho mejor que nosotros cómo evitar esa dañina úlcera que últimamente nos provocan los que nos gobiernan y los que lo harán en breve.