FMI insta al BCE a ser más activo con la política monetaria

Publicado el 09 julio 2010 por Jaque Al Neoliberalismo
Para el FMI todo está bien en la superficie. Las turbulencias son subterráneas. En su última previsión señala que el mundo va a crecer incluso más rápido de lo que pensaba en abril: un 4,6%, en lugar del 4,2%. Esto le permite situar el crecimiento para el próximo año en el 4,3%, reflejando una mejora modesta de las perspectivas en América, y una pequeña disminución en el resto del mundo, partiendo por Europa.
Pero eso es en la plácida superficie, porque a nivel más soterrado el FMI ve un nido de víboras lleno de amenazas. Entre estos riesgos a un nuevo desplome, el FMI señala que la exposición a la deuda pública ya comprometida, puede llevar a los bancos a reducir los préstamos debido a que los consumidores y las empresas gastarán menos producto al deterioro de la confianza. En este sentido, reducir el déficit público puede ser claramente inhibitorio para el crecimiento. A esto se añaden los nuevos reglamentos financieros para la banca, que también apuntan en la dirección de hacer caer los préstamos, un fenómeno que puede presionar con más fuerza la caída de los precios. El desplome de los precios inmobiliarios puede continuar, como ocurre en Estados Unidos y Europa continental. No existe ningún riesgo de alza a la vista.
La mayoría de estas amenazas se derivan de la creciente riesgo de impago de algunos países de la zona euro y la temible reacción en cadena que puede dañar los balances de los bancos que tienen esos bonos. El FMI publicó un escenario en el cual se repite la crisis financiera de finales de 2008 y, en este caso, el PIB mundial se contraería en 1,5%, mnos de lo necesario para arrastrar al mundo a una recesión. Sin embargo, nadie puede asegurar que el desplome alcance cotas mayores, como del 2% o 3%.
Por ello el FMI señala que las medidas políticas deben ser concertadas, rápidas, y creíbles, especialmente en materia de política fiscal. Advirtiendo que los países europeos no deben apresurarse en recortar sus déficit antes de 2011, porque eso pondría en peligro la recuperación. Sin embargo, no se debería añadir un nuevo estímulo, para el mediano plazo pues los planes a largo plazo deben estar diseñados para aumentar el potencial productivo y un crecimiento sostenible.
Los gobiernos más débiles de la zona euro debe refinanciar € 300.000.000.000 (380 mil millones de dólares) que vencen el segundo semestre. Los bancos de la zona euro se enfrentan a un "muro de vencimientos en los próximos años". Con la política fiscal limitada, el FMI recomienda que la política monetaria se mantenga más activa e insta a los bancos centrales a confiar más en la flexibilización cuantitativa y en el uso de los balances. Con esto induce al BCE a comprar más bonos con dinero recién impreso y hacer más préstamos a los bancos en condiciones favorables.
En esa linea, el Banco Central Europeo ha reactivado algunas de sus operaciones de préstamo a más largo plazo, pero sus compras de deuda pública, destinadas a complementar el nuevo Espacio Europeo de Estabilidad Financiera Mundial, asciende a sólo 59 mil millones de euros. Inclinar la balanza un poco más tornaría compleja la situación de los bancos alemanes, un peligro al cual también se enfrenta la Reserva Federal. Porque aunque se pudiera comprar otros dos billones de dólares en bonos, sin un empuje suficiente la economía igual se verá frente a la trampa de liquidez. La única opción real de salida es impulsar la demanda de consumo privado. Pero esta se encuentra aún muy lejos de ser la preocupación central de las autoridades financieras.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización