En el inicio de su viaje por América latina, el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Khan, se mostró preocupado por el rápido crecimiento que exhiben las economías de la región. Por eso, propone eliminar las políticas de impulso a la demanda agregada, profundizar la apreciación del tipo de cambio e incrementar las tasas de interés. Desde la visión del organismo multilateral, el objetivo es impedir que el auge se transforme en caída. En cambio, de acuerdo con la experiencia pasada, esa propuesta deriva en que la actual bonanza culmine en una crisis. Durante los próximos días, el titular del FMI visitará Brasil y Uruguay con recomendaciones que apuntan a “mejorar el clima empresarial” y “la recomposición del espacio fiscal perdido”, eufemismo para el ajuste de gasto público.
Los lineamientos que pretende transmitir en su viaje el directivo del Fondo fueron anticipados en el blog que el FMI tiene en español, con el título “América latina: ¿Cómo convertir lo bueno de hoy en lo mejor para mañana?”. En ese breve documento, Strauss-Khan considera que el crecimiento de los países latinoamericanos está dado exclusivamente por las condiciones favorables de financiamiento externo y los elevados precios de las materias primas. El análisis que reproduce el FMI desconoce la relevancia de las decisiones de política internas que permitieron a las economías latinoamericanas impulsar los procesos vigentes en un contexto internacional favorable.
La inflación, el rápido crecimiento del crédito y el auge de los mercados de valores son las señales de recalentamiento que advierte el titular del organismo multilateral. Para enfrentar esos “flagelos” propone un programa de tres pasos: adoptar una política fiscal más rigurosa, apreciar el tipo de cambio y subir las tasas de interés. El primer eslabón implicaría debilitar las políticas de impulso a la demanda agregada. En Brasil, Argentina y Uruguay los programas de transferencias condicionadas como el Bolsa Familia, la Asignación Universal por Hijo y el Nuevo Régimen de Asignaciones Familiares, respectivamente, tuvieron un impacto significativo en la reducción de la pobreza y la indigencia. Strauss-Khan destaca en su blog la relevancia de estos programas.
La apreciación del tipo de cambio es un hecho en Brasil y Uruguay. Ambos países experimentaron la revalorización de sus monedas frente al dólar a lo largo de los últimos años. El FMI la propone para atenuar la entrada de capitales especulativos. Sin embargo, la experiencia de Brasil evidencia que el orden de causalidad es el inverso: la entrada de esos flujos profundiza el alza del real frente al dólar y ni con mayores impuestos a ese tipo de operaciones se logra atenuar el ingreso de capitales. Por el contrario, en el escenario global actual, las elevadas y atractivas tasas de interés en términos reales vigentes en el país vecino, como las que propone el FMI, son las que estimulan la entrada de esos flujos especulativos.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización