Cuando preparamos una masa levada en casa podemos amasar a mano o en una amasadora. A mi me gusta mucho amasar a mano, me parece muy relajante, pero no siempre tengo tiempo para hacerlo.
Cuando queremos amasar con una máquina, para mi gusto la mejor opción es recurrir a una amasadora, al fin y al cabo están diseñadas específicamente para eso.
Lo malo es que la mayoría de las personas tenemos espacio limitado y solemos tener que elegir un electrodoméstico que cumpla varias funciones en una sola máquina. En ese caso, buscaremos el mejor robot de cocina. Yo confieso que aún no lo he encontrado o si lo he hecho estaba fuera del alcance de mi bolsillo, jajaja.
Esta focaccia que traigo hoy es del libro "El aprendiz de panadero" de Peter Reinhart
INGREDIENTES:
Poolish:Harina panadera: 280 gramos.Agua: 315 mililitros.Levadura fresca: 2,65 gramos.
Harina panadera: 340 gramos.Sal: 2 cucharaditas.Levadura fresca: 15 gramos.Aceite de oliva virgen extra: 90 mililitros.Agua: 180 mililitros.
Valores nutricionales (por porción de 100 gramos):Calorías: 284.Hidratos de carbono: 38 gramos.Grasas: 12 gramos.Proteínas: 5 gramos.
Precio (por ración): 0,11€.
ELABORACIÓN:
Para preparar el poolish disolvemos la levadura en un poco de agua templada. En un bol mezclamos la harina, el agua restante y la levadura. La masa será blanda y pegajosa. Tapamos el bol con film de cocina y dejamos que fermente a temperatura ambiente durante 3 ó 4 horas, o hasta que aparezcan burbujas y la masa quede muy esponjosa. Lo metemos en la nevera tapado, donde podemos conservarlo hasta 3 días.
Sacamos el poolish de la nevera una hora antes de hacer la masa.
Mezclamos la harina, la sal y la levadura (disuelta en un poco de los 180 mililitros de agua templada) en un bol. Añadimos el aceite, el poolish y el resto del agua y mezclamos con una espátula de silicona hasta tener una bola pegajosa. Con las manos mojadas, vamos amasandocon la masa dentro del bol. Con una mano agarramos el bol y con la otra amasamos. Durante el amasado cambiaremos el giro del amasado.
Amasamos durante unos 5 minutos o hasta que la masa quede suave y homogénea.
Echamos harina sobre la superficie de trabajo creando un lecho de unos 15 centímetros de lado. Con una espátula mojada, sacamos la masa y la ponemos sobre la harina; espolvoreamos generosamente con más harina y la vamos aplastando hasta obtener un rectángulo. Dejamos reposar la masa 5 minutos.
Nos enharinamos las manos y estiramos la masa por los extremos hasta que doble su tamaño. La plegamos como si fuera una carta. Humedecemos la parte superior de la masa con un poco de aceite, volvemos a espolvorear con harina y la cubrimos suavemente con film de cocina.
Dejamos que repose 30 minutos. Volvemos a repetir los pasos anteriores (estirar, doblar, aceite, harina y tapar). Dejamos que repose otros 30 minutos y repetimos el proceso por última vez. La última fermentación será de una hora.
Forramos una bandeja de horno con papel vegetal. Untamos el papel con aceite de oliva y después nos untamos las manos. Pasamos la masa a la bandeja intentando mantener la forma rectangular en la medida de lo posible. Echamos un poco más de aceite de oliva sobre la superficie de la masa.
Con las yemas de los dedos vamos haciendo unos hoyos sobre la superficie de la focaccia. Añadimos la cobertura que vayamos a ponerle.
Cubrimos la bandeja con film de cocina sin apretarlo. Dejamos que fermente unas dos horas a temperatura ambiente.
15 minutos antes de meterla en el horno, podemos volver a poner aceitede oliva y a hacer hoyos.
Calentamos el horno a 260º, metemos la focaccia en el horno y bajamos la temperatura a 230ºC. Cocinamos durante 10 minutos. Giramos la bandeja 180º y cocemos durante 5-10 minutos más, hasta que la focaccia esté dorada.
Dejamos que se enfríe sobre una rejilla.