La película es un vehículo de lucimiento para los dos actores principales, Smith y Robbie, pero lejos de resultar demasiado evidente, los dos actores aprovechan su buen saber hacer, su estupenda química, y consiguen levantar una película algo convencional, a una categoría un poco más elevada, donde el entretenimiento es el rey.
Smith vuelve a sobresalir, y me alegro por él, pues sus últimos trabajos no habían sido todo lo buenos que el actor se merece. Y Margot Robbie, no se queda atrás, y lejos de limitarse a ser la cara bonita comparsa del famoso actor, se siente a gusto, y se la nota cercana a pesar del papel que esta interpretando. También tenemos por allí a Bd Wong, Rodrigo Santoro y aunque no lo os lo creáis, el verdadero contrapunto cómico no viene de Smith, sino de Adrian Martinez, y sus estupendas conversaciones con Margot Robbie.