Revista Opinión

FOLCLORE PARA EL VERANEANTE. Hoy, hace 20 años. 18 de agosto de 2002

Publicado el 18 agosto 2022 por Cronicasbarbaras

En los municipios de veraneo españoles, y bajo un sol que mata, danzan los grupos folclóricos lugareños para alegrar a los turistas y compensarlos por el sufrimiento que les producen muchos hosteleros que los maltratan higiénica, olfativa, estética y económicamente.

Los cincuenta millones de turistas habituales, que parecen reducirse esta temporada, reciben el agasajo de las autoridades con esos espectáculos en los que, junto con los instrumentos, lo tradicional es ver el profuso sudor y ahogo agónico de los martirizados bailarines e músicos.

Definitivamente, el folclore de las comunidades españolas nació durante helados inviernos; por eso, los grupos, con excepción de los muy sureños e insulares, calzan gruesos botos y enfundan medias o calcetines de lana, múltiples falsillas o capas de calzoncillos largos con pliegues en las rodillas, faldas o pantalones de grueso terciopelo, fajas y más fajas, corpiños múltiples y densos, y espesos gorros frigios, o así, calados sobre las orejas para que no se congelen a cuarenta grados a la sombra.

Hasta las regiones marineras, que usan camisas y pantaloncillos blancos y livianos para sus danzas de arcos, se ponen ante el turista invernales y con pellizas de oveja.

Qué envidia da ver la gran revolución folclórica irlandesa: chicas con livianas minifaldas, y chicos más libres que los flamencos.

Modistos de vanguardia: ¡Diseñen trajes ligeros para salvar los folclores nacionales, antes de que mueran este verano, como pajaritos sin aire, besugos sin agua, sus patrióticos y esforzados adalides!.


Volver a la Portada de Logo Paperblog