Ecologistas de la Región Caribe coinciden en que el combate del pez león se debe hacer con normas de control para no crear desequilibrios ambientales.
Varios países han desarrollado iniciativas que van desde entrenar tiburones para controlar el crecimiento de su población, hasta la pesca comercial con fines gastronómicos. También se está promoviendo su cacería con buzos entrenados y su consumo porque su carne “es una delicia”.
El único peligro es mientras está vivo y mientras es manipulado para la preparación, pues cualquier accidente con las púas puede ser tan grave como la picadura de una avispa o hasta poner en peligro la vida de la persona.
“El veneno del pez se encuentra en las glándulas epidérmicas y es proteína que al ser cocinada se desnaturaliza y se convierte en aminoácidos, es decir, en comida”, según manifiestan especialistas.
Diversas instituciones y organizaciones han impulsado un programa de concientización dirigido a los pescadores sobre la importancia de la captura de este pez pues representa una amenaza no sólo al ecosistema sino también económica y turística.
Pero la cacería de este colorido animal no es fácil: tiene en su cuerpo una mezcla de rayas rojas, negras y blancas que se extienden hasta sus aletas, que asemejan una melena y poseen glándulas venenosas, que utiliza para aniquilar a sus presas y pueden ser un peligro para el ser humano.
Países como México y Colombia han realizado inversiones en apoyo a la pesca comercial de esta especie invasora con importantes avances en la disminución de su población.
En las Islas Caimán, Republica Dominicana y el área turística mexicana y de los arrecifes hondureños ya son conocidos los concursos y recompensas ofrecidas por su captura.
Y por si fuera poco muchas cadenas hoteleras llevan a cabo festivales gastronómicos innovadores con recetas que van desde el pez león asado con especias, pasando por preparaciones que incluyen combinaciones con mango, cerveza, coco, papa o frutos propios de cada país en la región caribe.
Por Gustavo Carrasquel
www.ecoportal.net