Fomentar la resiliencia en la infancia

Publicado el 12 agosto 2025 por Orientablog @colegioalarcon

La infancia es una etapa llena de aprendizajes, descubrimientos y también de pequeñas dificultades que forman parte del desarrollo. Aprender a afrontar esos retos diarios es fundamental para que los niños construyan la capacidad de superar adversidades, es decir, la resiliencia. Este proceso no ocurre de forma espontánea, sino que requiere del acompañamiento consciente y respetuoso de las familias y educadores.

La resiliencia no significa evitar los problemas ni proteger excesivamente a los niños, sino dotarles de herramientas para que puedan gestionarlos, aprender de ellos y fortalecer su bienestar emocional.

Los niños que desarrollan resiliencia cuentan con mejores recursos para manejar el estrés, la frustración y los cambios. Esto se traduce en mayor seguridad, autonomía y capacidad para enfrentar desafíos futuros con confianza. Además, la resiliencia fortalece la autoestima y la regulación emocional, aspectos clave para un desarrollo saludable y equilibrado.

El rol clave de la familia en el desarrollo de la resiliencia

El entorno familiar es el primer y más importante espacio donde los niños comienzan a aprender a enfrentarse a las dificultades. Por ello, resulta fundamental que las familias ofrezcan un acompañamiento sólido y respetuoso que incluya varios aspectos clave:

Primero, es esencial practicar una escucha activa y una validación emocional sincera. Permitir que los niños expresen sus sentimientos sin minimizar ni juzgar lo que sienten les ayuda a sentirse comprendidos y apoyados, creando un clima de confianza que facilita su crecimiento emocional.

Además, los niños aprenden mucho observando a los adultos. Por eso, es vital que los referentes modelen habilidades saludables de afrontamiento, mostrando calma, reflexión y capacidad para buscar soluciones constructivas ante los retos que surgen. Este ejemplo práctico es un aprendizaje poderoso que los niños interiorizan.
También es importante fomentar la autonomía de forma progresiva. Darles responsabilidades adaptadas a su edad, animarles a experimentar, tomar decisiones y a aprender de los errores en un entorno seguro fortalece su confianza y sentido de competencia.

En paralelo, enseñarles estrategias concretas para gestionar problemas es clave. Acompañarles a identificar la dificultad, explorar posibles soluciones y valorar las consecuencias promueve el desarrollo del pensamiento crítico y habilidades prácticas para la vida diaria:

    • Crear un ambiente emocional seguro es la base indispensable para todo esto. Un hogar donde los niños se sienten protegidos, escuchados y queridos les permite explorar, equivocarse y superar retos con confianza y tranquilidad.
    • Las rutinas claras, pero flexibles, aportan un marco de seguridad necesario. Estas deben adaptarse a las circunstancias y necesidades cambiantes, evitando rigidez que pueda limitar su autonomía y capacidad de adaptación.
    • Reconocer y reforzar los esfuerzos más que los resultados es otra pieza clave. Valorar el proceso enseña a los niños la importancia de la perseverancia y les ayuda a comprender que el aprendizaje es un camino gradual que requiere práctica y dedicación.
    • Promover la resolución colaborativa de conflictos favorece habilidades sociales fundamentales. Enseñarles a dialogar, a expresar sus necesidades y a buscar acuerdos fortalece la empatía y contribuye a relaciones más saludables.
    • Favorecer el desarrollo de la regulación emocional con herramientas accesibles, como la respiración consciente, un rincón de calma o la identificación y nombrar de las emociones, dota a los niños de recursos valiosos para manejar sus estados emocionales de forma autónoma.

Fomentar la resiliencia en los niños implica también cuidar el bienestar emocional de toda la familia. Los adultos deben atender sus propias emociones y necesidades para ofrecer un acompañamiento equilibrado y coherente.

En definitiva, construir resiliencia es un proceso gradual que requiere paciencia, empatía y constancia. Como profesionales, sabemos que el apoyo respetuoso y la guía adecuada en la infancia pueden marcar una diferencia decisiva en el desarrollo integral de los niños, preparándolos para enfrentar los desafíos de la vida con seguridad y optimismo.

Marta Lli
Directora del Dpto. de Psicología y Orientación Escolar

La entrada (Fomentar la resiliencia en la infancia), se publicó originalmente en Orientablog


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