El Ministerio de Fomento pretende eliminar 48 líneas ferroviarias de media distancia y reducir la oferta de Renfe para conseguir, en su afán de ahorro para sobrevivir a la crisis económica que no da tregua, 86, 5 millones de euros anuales. El plan de medidas, sujeto aún a modificaciones, será discutida en el parlamento.
Según el informe realizado por la consultora de Fomento, Ineco, que analiza las líneas de media distancia que conectan capitales de provincias o localidades importantes, propone su eliminación o recorte de la oferta, de acuerdo con las obligaciones de servicio público.
El organismo ha detectado 49 líneas que no son rentables (48 de tren y la de Madrid-Burgos que ya se sustituyó por autobús), que transportan a 1,65 millones de viajeros. Todas serán suprimidas de forma definitiva y la demanda se cubrirá con servicios de transporte por carretera existente o por servicios ferroviarios “eficientes”.
Las más afectadas no serán las capitales de provincias, que seguirán conectadas por ferrocarril con trenes de Larga Distancia, más rápidos pero también más caros. Las perjudicadas serán las localidades más pequeñas que dejarán de tener estación y la única conexión será por carretera.
En la situación de cambio permanente que estamos viviendo los avances en el mapa de comunicación por ferrocarril del país sufrirán un retroceso, aunque resulta curioso que las líneas que Fomento considera rentables o “eficientes” superen en déficit a las eliminadas
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