MUJERES / FUENTE DE VIDA
Tener un blog supone en muchas ocasiones enfrentarte a la página en blanco y en otras, acabas escribiendo sin pensar demasiado en ello... Varias cosas me empujan hoy a escribir sobre la #mujerdemivida, y rendir también un homenaje a todas aquellas mujeres que me han marcado de una forma u otra con el paso del tiempo. Por supuesto, mi madre; pero también mi abuela, mi tía, mis primas, mis amigas... Las de la infancia, pero sobretodo las que con el tiempo se mantienen; y las que con el tiempo llegan y se convierten en aliadas, en hermanas y también, con el paso del tiempo, se convierten en madres.
Hace unos días, en una charla sobre imagen y marketing escuché que las tres cosas que más se dicen antes de despedirnos para siempre son: gracias, lo siento y te quiero. Entonces ¿Por qué nos cuesta tanto decirlo? Pues porque salen de lo más intimo de nuestro ser, de lo más profundo de nuestras emociones. Cuando piensas en las mujeres de tu vida, ves cosas que a menudo te distancian: la forma de pensar o la forma de hacer, pero por encima de todo, ves las cosas que te unen a ellas. Soy consciente de que en cierta manera me parezco a mi madre en algunas cosas; y otras a veces me miro al espejo y veo la sonrisa de mi abuela, pero soy lo que cada una me ha sabido transmitir a lo largo de los años, y me siento afortunada y orgullosa de ser como soy, y de todo lo que me han sabido dar.
Mis amigas, las del colegio, las del instituto, las de la universidad, las de ahora... y todas las mujeres que me he encontrado en mi vida (también en mi vida profesional) me aportan o han aportado cada una millones de cosas a mí personalidad y a mi carácter, por eso, hoy, quiero rendir un homenaje a las mujeres de mi vida, pero por encima de todo a mi madre que vuela a mi lado siempre, que se preocupa y que me ama tanto como a mi hermano. Así que a todas las mujeres de mi vida: Gracias por todo; siento si alguna te hice daño y te quiero.
#lamujerdemivida eres tú