Cursos, viajes de formación y de placer, trabajo... he aprendido mucho, tenido la oportunidad de conversar con profesionales del paisajismo, alguna que otra anecdota...
También he disfrutado de muchos y variados paisajes: de la serenidad del mar y playas de arena y grava; de la frondosa huerta valenciana, de parques que aún no había descubierto, de cascadas de agua dulce y de la espuma blanca entre castillos de piedras extremeñas. Un placer de otro mundo??? fue disfrutar de una buena comida en la terraza de un restaurante orientado hacía el Puente Romano en la Garganta de Alardos, en Madrigal de la Vera (Cáceres).
Otro día dedicaré una entrada entera a describiros esta zona. Hoy una muestra de lo que la comida, la imaginación y la inspiración de paisajes tan bellos como los anteriores pueden llegar a conseguir. El artista: Carl Warner.
Campos de macarrones, nubes de colifror o mozzarela, cielo de col lombarda, árboles de pimientos y pueblecitos de queso. La creatividad del fotógrafo es impresionante. Para dar profundidad y tridimensionalidad a las imágenes cada escenario se realizaba sobre una mesa de 1,20x2,40m aproximadamente. Toda la colección fue utilizada como publicidad de una cadena de supermercados británicos.
Hace tiempo que se publicaron estas fotografías, y quizá ya las habréis visto antes, pero no dejan de impresionar, verdad???.