Me voy a comprar el disco de Boxed In: lo digo ya, lo aviso, estoy completamente seguro de que va a pasar. Aún no se ha publicado (por lo visto, habrá que esperar a que se esté acabando enero de 2015), pero sé que será una de esas veces en las que ni siquiera voy a necesitar escuchar el disco antes de decidirme a comprarlo. El caso es que ya hablamos por aquí del proyecto de Oli Bayston a propósito del flamante primer sencillo que les publicó Moshi Moshi (“All You Love Is Gone“, ese temazo que -como siempre, uno estaba a por uvas- perfectamente podría haber engrosado la selección de favoritas de 2013), pero las expectativas, lejos de matizarse, no han hecho más que crecer con cada una de las novedades que hemos ido descubriendo desde entonces. Parece que la cosa es inminente, y va a ser muy, MUY buena: el alias da nombre ahora al trío compuesto por Bayston (sigue siendo la cabeza visible) y los recién incorporados Liam Hutton y Mark Nicholls, y, de acuerdo con la poca información de que disponemos, las canciones que van a conformar “Boxed In” -el disco- serán las siguientes:
1. Mystery
2. Subtle Knife
3. All Your Love is Gone
4. Sailing
5. No Joke
6. Bug
7. False Alarm
8. Foot Of the Hill
9. Run Quicker
10. Lo Life
11. Wild West
Es decir, que de las once pistas que lo componen, hemos podido escuchar hasta el momento cinco, y son sencillamente fa-bu-lo-sas, así que muy malas tienen que ser las otras seis para que no tengamos un discazo delante. Porque sí, es el disco de “All Your Love Is Gone“, pero también podía haberlo sido de “Legacy“, la muy housera cara b (¿en serio?) que ha quedado finalmente fuera del largo. Pero es que en marzo de 2014 conocimos “No Joke“, algo así como James Murphy envuelto en vapores metálicos, y aquello nos hizo levantar la ceja… Y en mayo aún pudimos escuchar el infeccioso ritmo motorik de “Run Quicker” (la influencia de grupos como Can o Neu! es más que palpable en piezas como esta) y su adictivo estribillo, y la alerta empezó a derivar en lúbrica fantasía: la de un artista que trabaja los patrones rítmicos cercanos al house, o el kraut, en una rigurosa pero exquisita paleta de grises. Porque en la música de Boxed In no hay concesiones al clímax, ni sitio para las progresiones: lo suyo son las texturas rugosas en las que el piano (el instrumento con el que, por lo visto arranca la composición de todas sus canciones) y las potentes líneas de bajo acaparan todo el protagonismo. Las canciones empiezan, y lo hacen con todo, sin necesidad de subidones: las estrategias se muestran desde el primer segundo y, cuando llevas quince sabes perfectamente si ese tren que está pasando por tu cabeza es el tuyo o no. En mi caso, no hay lugar a dudas: esto me pone burrísimo.
Vamos con lo más reciente, porque las buenas noticias no se han acabado: “Mistery” es el último sencillo de adelanto antes de que ¡por fin! se publique el disco: quizás la más luminosa de las pistas que hayan editado, es una nueva diana en el corazón de ese house-pop que igual no se puede bailar sobre la pista, pero sí dentro de tu cabeza. Me encanta, claro, y tendría una entrada más que segura en este blog, si no fuera porque “Foot On The Hill” me genera una adicción como pocas de las que he padecido este año: las referencias siguen siendo las mismas (ese trance hipnótico al que inducen los ritmos del kraut-rock, las contaminaciones del new wave y el disco-funk inteligente de los ya mencionados LCD Soundsystem) pero la puñalada ha sido especialmente profunda, porque la hoja está más afilada que nunca.
Escuchad ese bajo. ESE BAJO. Cerrad los ojos y dejaos llevar por la propulsión de ese ritmo obsesivo pero sutil. Sentid como se os eriza el vello de la nuca con el contrapunto orgánico de los chasquidos de dedos, con el sonido mate de la madera impactando contra el patrón metálico; abandonaos y repetid conmigo: Boxed In podrían convertirse en mi (tu) nuevo grupo favorito.