Decía Edison, después de inventar la bombilla:
«No he fallado 10.000 veces, he encontrado 10.000 formas que no funcionan.»
Qué cosas. Qué insipiración. Qué motivación.
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Decía Tesla, después de trabajar con Edison:
«Si Thomas Edison tuviera que encontrar una aguja en un pajar no se detendría a razonar dónde es más probable que esté, sino que procedería de inmediato con la diligencia febril de una abeja a examinar paja tras paja hasta encontrarla. Solo un poco de teoría y cálculo de habrían ahorrado el noventa por ciento de su trabajo.»
El mundo está lleno de vendedores-Edison.
Les admiro, de verdad que lo hago. Yo me harté a la primera.
No tengo paciencia para aguantar el Quedamos en mis oficinas.
Ni el Hazme una propuesta y lo miramos.
Los míticos…
Llame después de vacaciones y te confirmo.
Me pillas de viaje.
Lo hablo con mi socio.
Pero nada odio más que el…
Trátame bien que vengo de una mala experiencia.
Te interesa, porque si esto sale bien te mandaré mucho más trabajo.
Te voy a recomendar a mucha gente, tenlo en cuenta.
A diferencia del resto de vendedores que trabajan como hormiguitas durante 35 o 40 años, cada vez que veía un coche que valía lo que –si seguía así– ganaría en tres vidas, lo único que podía pensar es que existía otro mundo.
Un mundo que no estaba formado por emprendedores o directivos de medio pelo con pánico a que su jefe les riña.
Un mundo en el que las cosas se dicen sin rodeos. Un mundo de adultos que no tienen miedo a decir que no y en el que no se dice sí si no hay dinero.
Así que decidí mover el culo y hacer cosas. Cosas atrevidas que dieron resultados.
Y funcionó.
Y enseguida empecé a juntarme con la gente que maneja el cotarro.
No es especialmente difícil, pero hace falta superar muchas excusas de mierda para hacerlo.
Excusas tan de mierda y tan arraigadas que cuando se apunten al newsletter a algunos no le gustará.
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Marcando esto aceptas la política de privacidadLa entrada Forma de vender admirable pero ruinosa que usan todos los vendedores se publicó primero en mongemalo.