Formación útil y eficaz

Por Optima

Escuchaba hace unos días a un empresario relevante hablar sobra la importancia de la formación útil y pensaba que era un concepto un tanto de perogrullo, cuando me di cuenta de la razón que tenía y del trasfondo de la cuestión que él planteaba. La base de su tesis se sostenía en que se tiende a planificar la formación en base a este paradigma: “Detectamos una carencia en las competencias de nuestro equipo y buscamos herramientas formativas que la cubran” . Al cabo de un tiempo, pensamos….pero si sigue existiendo la misma carencia ¿para qué ha servido el esfuerzo hecho y los recursos empleados?….como si esa varita mágica con la que habíamos tocado al equipo no hubiera tenido los efectos esperados.

Y este empresario apuntaba el porqué con una gran dosis de sentido común. Lo ilustraba con un ejemplo: Pensamos que al equipo le falta proactividad, lo corroboramos con nuestros colaboradores y contratamos un formador que imparta un seminario sobre “Cómo ser proactivo en las organizaciones” ; los resultados, como comentaba antes, no suponen el efecto esperado.

Pero la pregunta es ¿Nos habíamos planteado previamente porqué el equipo no es proactivo? ¿hay mecanismos de comunicación internos, de gestión del conocimiento, que permitan que las personas sean proactivas?  La respuesta es NO, y claro el seminario no sirve porque la causa de la “teórica” carencia de proactividad no está resuelta. Ello por tanto supone una formación poco eficaz (no ha mejorado la situación previa) y poco útil (el equipo a lo mejor ya era proactivo y si no lo era, continuará sin serlo porque no encontrará los mecanismos adecuados para serlo).

En definitiva, la formación es un recurso necesario y fundamental en la evolución de las personas y por lo tanto de la organización, pero el retorno de esta inversión será directamente proporcional a nuestra capacidad de analizar detalladamente las necesidades de nuestra empresa y hacerlo con libertad y honestidad. Hay que hacerse preguntas constantemente y llegar hasta el fondo de las mismas.

Por ello, es fantástica la iniciativa de la UOC  y su Bussiness School porque al margen de su objetivo de apoyar la micropyme y evitar la sangría que supone el cierre de tantos negocios, pone el acento en este análisis previo de necesidades y en el acompañamiento personal, que no deja de ser otra cosa que la aplicación práctica de lo aprendido. Felicidades a Joan Torrent y a todo su equipo. Seguiremos de cerca este iniciativa que arranca ya este mes porque creo enormemente en ella. Alberto Trallero-www.optimanagement.es