Días antes de que el año termine se filtro los dos primeros capítulos de la cuarta temporada de Californication. Si, mujeres calenturientas, volvió Hank Moody y toda su troupe. Linda forma de terminar el año en estos días en donde las series se han escondido y solo nos queda pasar el rato junto a nuestros seres queridos. Por suerte volvió Californication y de eso vamos a hablar.
Tardó en llegar pero aquí esta, Hank luego de haber quedado preso por distintas infracciones a la ley ha vuelto y lo ha hecho como siempre nos tiene acostumbrado.
Una familia rota, con su único amigo siempre al lado suyo, unos disturbios que se hicieron populares, una película que filmar y una niña que follar, Californication tiene esa magia de producir momentos en donde son imposibles mostrar, tiene esos diálogos que sorprenden escuchar y ni hablar de sus protagonistas que season tras season muestran que crecen con el correr de la serie.
Mas allá de seguir contándoles lo sucedido en estos capítulos quiero remarcar que el amor que tiene Hank por su esposa es imposible de comparar con lo que podemos llegar a ver en la televisión. Ni House con Cuddy, ni el buscador con la confesora, ni Dexter por Rita, ni Peter con Olivia, ni Jack con Pecas pueden ganarle al amor de Hank por Karen. No existe amor tan inmenso como este. Se aman, la ama como ningún hombre en esta tierra. La ama a su modo, la ama y quien sabe de amor entenderá estas palabras. Para reforzar lo dicho le transcribo una conversación del primer capitulo de la cuarta temporada:
Chica del momento: ¿Y que quiere Hank?
Hank: Hank… quiere cerrar los ojos, despertar en su cama, al lado del amor de su vida, escuchando el dulce, melifluo sonido de las guitarras heavy metal… de su hija, que viene del dormitorio de al lado.
Chica del momento: Las quieres de verdad, no?
Hank: Tanto que las mismas palabras suenan terriblemente feas.
(Y luego tuvieron sexo)
Disfruten de Hank, de su Californication tanto como nosotros lo estamos haciendo.
S04E01 - S04E02