Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad. Anotaciones sueltas

Publicado el 16 marzo 2015 por María Bertoni

Postal de la clausura del Foro, tomada afuera del Teatro Nacional Cervantes.

El Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad terminó antes de ayer, y sin embargo datos, observaciones, reflexiones, citas de poetas y cantautores, imágenes varias siguen ocupando las cabezas de quienes asistimos al acto de apertura, a la clase magistral de Noam Chomsky, a una o varias mesas, a la lectura del manifiesto de clausura. En el caso de quien suscribe, las exposiciones -sobre todo- del lingüista norteamericano, de Álvaro García Linera, de Ignacio Ramonet, de Emir Sader, de Leonardo Boff, de Iñigo Errejón y Germán Cano, de Horacio González, de Martina Anderson, Camila Vallejo y Gabriela Rivadeneira, de Axel Kicillof inspiraron las siguientes anotaciones sueltas que extienden el evento más allá de sus tres jornadas de duración.

1.- La interpretación de que América latina se encuentra a la vanguardia de la resistencia anti-neoliberal, de que las nuevas izquierdas europeas nos consideran un ejemplo a seguir, de que los Estados Unidos -al decir de Noam Chomsky- mantienen su supremacía “por inercia” alimentan la sensación de que estamos viviendo un presente bisagra, además de profundamente crítico. Estas hipótesis y la constatación de la transformación político-cultural que Bolivia y Ecuador llevan adelante desde que promulgaron sus Constituciones ecológicas (con perdón de la simplificación) evocan el recuerdo de esas clases de Historia donde se nos enseñó que el siglo XX comenzó después de la Primera Guerra Mundial, y sugieren la posibilidad de que el siglo XXI esté arrancando recién ahora.

2.- Las similitudes entre la crisis que España, Grecia, Italia, Portugal enfrentan hoy y aquélla que gran parte de nuestra región enfrentó en los ’90 y los primeros años de ‘2000 invitan a trazar una suerte de recta histórica que pone en evidencia la continuidad del apartheid mundial que se originó en los tiempos de expansión colonial europea, y que se consolidó tras la Segunda Guerra Mundial a manos de la dominación anglosajona. En el siglo XX, el poder imperialista y segregacionista recurrió a herramientas (cada vez más) sofisticadas, entre ellas las grandes corporaciones mediáticas que Ramonet definió como “herramientas dóciles“.

3.- Si Adolf Hitler resucitara, debería admitir que los aliados pergeñaron un plan mucho más eficiente que el suyo. De hecho, cumplieron su sueño de dominación mundial, no sólo en nombre de la democracia, la libertad, la paz, sino convenciendo al mundo de que siempre son otros los que atentan contra la Humanidad.

4.- Los obsesivos por la retórica agradecemos a los panelistas que dedicaron parte de sus exposiciones a señalar la relación estrechísima entre lenguaje y política. Por eso recomendamos a nuestros pares que repasen una y otra vez las exposiciones de Horacio González (en especial cuando analiza los call centers en tanto “metáfora conversacional” y cuando reflexiona sobre la “disputa por la última palabra”), del brasileño Leonardo Boff cuando distingue la pertenencia geopolítica de los sustantivos Emancipación y Liberación y del español Germán Cano cuando explica el uso que la prensa y demás acólitos del gobierno de Mariano Rajoy hicieron del adjetivo Indignados.

5.- El director de nuestra Biblioteca Nacional también vinculó lenguaje y memoria, relación a la que también se refirieron Camila Vallejo e Iñigo Errejón. La diputada chilena y el segundo de Podemos les reprocharon a sus respectivos Estados la orden de enterrar el pasado con la excusa de pacificar la sociedad y de darle prioridad al futuro (argumentos, dicho sea de paso, que el macrismo y el massismo esgrimen en nuestro país). Ante esta coincidencia, algunos espectadores argentinos volvimos a pensar en las consecuencias nefastas de las transiciones democráticas en Chile y España, que algunos compatriotas siguen considerando ejemplares, y a celebrar la política de ‘Memoria, Verdad, Justicia’ que revirtió nuestras leyes de Obediencia Debida, Punto Final e Indulto e impulsó los juicios a los autores intelectuales y materiales de nuestra última dictadura.

6.- Estos mismos espectadores celebramos las palabras que Emir Sader le dedicó a Hebe de Bonafini, sentada en la primera fila del Teatro Nacional Cervantes: “Es extraordinario tu ejemplo. Si hubiera algún tipo de justicia, las Madres habrían ganado hace rato el premio Nobel de la paz”.

7.- Fueron dos los grandes nubarrones que ensombrecieron el ‘Venceremos’ en boca de más de un panelista. Por un lado, el de la autodestrucción que Chomsky pronosticó si los países centrales continúan agravando la crisis ambiental y fomentando la carrera armamentista (Boff habló de geocidio). Por otro lado, el de los ataques contra los gobiernos populares en nuestra región, en este momento dirigidos hacia Venezuela, Brasil y Argentina. Ante esta segunda amenaza, Ramonet, García Linera y Rivadeneira insistieron en la necesidad de estrechar filas para defender a la revolución bolivariana (los tres recordaron y advirtieron que la mecha del progresismo latinoamericano se encendió -y puede empezar a apagarse- en el país de Hugo Chávez).

8.- A las/los feiministas nos impresionaron especialmente las exposiciones de Camila, Gabriela y Martina. La energía de las expositoras chilena, ecuatoriana e irlandesa, su capacidad analítica y de oratoria, contribuyen a desmentir eso de que la política es cosa de hombres.

9.- Una reflexión similar inspiraron los participantes de la última mesa del Foro, La nueva generación ante la disputa del presente, sobre todo Errejón y las recién mencionadas Vallejo y Rivadeneira. En palabras de Camila, la política es un fenómeno “transgeneracional” que también interpela a los jóvenes.
Parece a propósito, justo ayer Página/12 publicó esta entrevista a Joaquín Furriel, que hacia el final dice lo siguiente: “Empieza de a poco a aparecer una generación en la política que va ser para mí la generación que nos va a colocar en el lugar en que todos deseamos estar y que es la generación post ’83. Para mí el día que tengamos un Presidente que haya nacido en democracia, ese día –que yo espero poder ver, mi hija seguro lo verá– esa asunción debería ser una de las asunciones más importantes de nuestra Historia. No estamos tan lejos”.

10.- Como bien apuntó Cano, su mesa -y el Foro en general- invitó a discutir las características, las limitaciones, los desafíos de las nuevas izquierdas “en plural”. Este acento en la diversidad puso todavía más en evidencia la ausencia de referentes de nuestra izquierda no peronista en el evento. Es probable que los organizadores no los hayan convocado. La omisión resulta lógica para quienes entendemos que, un poco como la vieja izquierda en España, Italia y Grecia, el Partido Obrero, el Partido de los Trabajadores Socialistas, el Frente de Izquierda intervienen de tal manera en nuestro escenario político nacional que terminan resultando funcionales a los intereses del statu quo neoliberal.

11.- Algunos pequeños inconvenientes técnicos con la pantalla grande ubicada en la plaza de Córdoba y Libertad, la cobertura trunca que la TV Pública le dedicó a la mesa vespertina del sábado (fastidia un poco que hayan interrumpido la televisación para transmitir un partido de fútbol) y la participación de último momento -y evidentemente forzada- del candidato a jefe de Gobierno porteño Mariano Recalde son los únicos peros atribuibles a una organización en general encomiable. Con éste y otros foros, Forster legitima las sospechas ciudadanas sobre las intenciones canallas de quienes se rasgaron las vestiduras ante el anuncio de la creación de una Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional y vilipendiaron a su flamante titular.