Fortalecer la movilización de la comunidad internacional

Por Achristin
La Calidad Educativa debe ser una preocupación de todos, incluído los organismos multilareales. Los párrafos siguientes, elaborados en la UNESCO, se abocan a uno de los “Hitos para progresar” en Calidad Educativa ¿Qué rol le cabe a las organizaciones internacionales? ¿Deberán diseñar y conducir estrategias locales? ¿Cómo debe ser la articulación?

A pesar del reciente anuncio del aumento de la ayuda internacional otorgada por los países industrializados, el esfuerzo sigue siendo insuficiente para alcanzar los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio. Sería necesario duplicar los montos actuales de ayuda para poder alcanzar dichos objetivos.
Los desafíos que enfrentan los jóvenes no pueden estar totalmente separados de las presiones que sufre el sistema educativo. Es necesario brindar más recursos para la educación de los jóvenes mediante la adopción de enfoques educativos formales, alternativos y no formales. En una economía mundial en rápida expansión, los jóvenes deben tener más oportunidades a su disposición en varias regiones, para poder intercambiar experiencias que les permitan elaborar coparticipaciones para la supervivencia de la humanidad. Fabián Osuji, Ministro de Educación, Nigeria
Entre 1990 y 1997, la ayuda para la educación procedente de recursos bilaterales ha disminuido (pasando de 3.640 a 3.550 millones de dólares americanos en valor nominal). Además los recursos disponibles se asignan primordialmente a la enseñanza primaria. Algunos países siguen invirtiendo, proporcionalmente más, en enseñanza superior que en secundaria, que sigue siendo, al igual que la educación preescolar y la de los adultos, el “pariente pobre” de los sistemas educativos.
También se puede considerar que la movilización de la comunidad internacional no debería limitarse a la financiación de la educación de los jóvenes, sino que debería desempeñar un papel de alegato, de impulso, de apoyo y de acompañamiento de las políticas educativas.
Son los países destinatarios quienes deben diseñar y conducir sus propias estrategias para alcanzar los objetivos educativos. La ayuda debería basarse en los resultados y definirse sustentándose en los informes de las propuestas nacionales y de un seguimiento, una evaluación y una verificación cuidadosas de los programas educativos. Los proveedores de fondos deberían también coordinar mejor su apoyo a las políticas educativas nacionales. Para muchos países, es precisamente el fortalecimiento de las políticas y de las instituciones, es decir, la reforma de la gobernabilidad, la que necesita más ayuda exterior. Dar consistencia a estas capacidades “de pensar y organizar la educación”, debería constituir una prioridad en la ayuda al desarrollo, sin acaparar por ello la mayor parte de la financiación asignada.
(…) sería necesario que en primer lugar los gobiernos se pongan de acuerdo con su propia sociedad civil (…) y que sepan resistir a las organizaciones extranjeras para que éstas no puedan imponerles ideas que a menudo no convienen en el contexto del país. (…) Pero, es necesario también que seamos realistas. Algunos Estados pueden temer disgustar a sus interlocutores y perder así una ayuda preciosa. Sería necesario que cada Estado tuviese una política nacional en los diferentes campos de la educación (…), bien definida, y que en este marco pudiesen insertarse las intervenciones de los interlocutores extranjeros. (…) Hago un llamamiento en pos de] una solidaridad internacional de calidad. Esta solidaridad internacional exige una armonización de la coparticipación (…) y es así que una coparticipación de calidad no permitirá alcanzar una educación de calidad. Representante de Madagascar
El método tradicional que consiste en enviar expertos extranjeros para formar a los nacionales del país beneficiario, puede alterar la posibilidad de fortalecer el conjunto de conocimientos y competencias a nivel local. Al mismo tiempo, enviar a los nacionales del Sur a seguir en el extranjero una formación conducente a un diploma, puede ampliar únicamente la fuga de cerebros. Parece que la ayuda al sector de la educación puede ser más eficaz si permite a los países beneficiarios gestionar sus propios sistemas educativos y no relacionarlos con los intereses geopolíticos de los organismos de financiación. Actualmente, la ayuda para el desarrollo del sector de la educación debería apuntar más bien al desarrollo de los recursos humanos con el fin de mejorar las condiciones de la educación en pro de una educación sostenible.
De este modo, se plantea la necesidad, a escala mundial, de crear acuerdos de coparticipación más sólidos con el fin de estrechar las desigualdades en el mundo. Actualmente, se está examinando la eficacia de la cooperación internacional, tal y como lo señala el Informe del PNUD 2003 sobre el Desarrollo Humano. Queda saber qué mecanismos de cooperación internacional eficaces en el sector de la educación quedan por promover, desarrollar o inventar.
Extraído de UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD PARA TODOS LOS JÓVENES 6 Hitos para progresar Reflexiones y contribuciones en el marco de la 47a CONFERENCIA INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN DE LA UNESCO GINEBRA, 8-11 DE SEPTIEMBRE 2004 OFICINA INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN