Después de la Restauración de la Independencia Nacional de Portugal en 1640, se inició uno de los períodos más activos en la construcción de fortificaciones marítimas portuguesas, con el objetivo de la protección de la desembocadura del Río Tajo y de la ciudad y puerto de Lisboa. Una estretegia que consistía principalmente en la vigilancia y defensa con construcciones impresionantes, fuertes, baluartes, puntos de vigía, un conjunto que por momentós fue impenetrable. Un total de 17 fortificaciones entre las que se encuentran las siguientes:
FORTE DE SANTO ANTONIO DA BARRA (en San Pedro de Estoril) - más aquíJunto con el Fuerte de San Roque en el oeste combinaban los fuegos entre sí para defender la ensenada. Construido por orden de Filipe I y mandada ampliar por D. Joao IV en 1643. Actualmente no se puede acceder a el.FORTE NOSSA SENHORA DA LUZ
CIUDADELA DE CASCAIS (en Cascais) - más aquí
Aparece imponente en la ciudad, con sus baluartes. Cascais fue siempre la atalaya de Lisboa, aquí las embarcaciones esperaban mareas y vientos favorables para entrar en el puerto, para defenderla de los corsarios se construyó en 1488 una torre fortificada que sería abaluartada en 1570. En el terremoto de 1755 la torre fue afectada acabando por desplomarse, aunque quedan restos que se pueden visitar. Ya cuando finalizó su fin militar se convirtió en un prisión en la cual se encontraban presos políticos en sus baluartes.
FORTE SAO JORGE E VIGIA DE OITAVOS (en Cascais) - más aquí
Construido entre 1642 y 1648 con planta de cinco lados desiguales, siendo un claro ejemplo de adaptación al terreno, siendo de las defensas fortificadas de mayores proporciones en la defensa de de la costa de Lisboa, encontrándose en un lugar estratégico. Actualmente es un centro de interpretación donde se hace un recorrido por la historia de esta fortificación así como se muestran las fortificaciones que conformaban la defensa del Tajo y de la ciudad de Lisboa.