Le estoy cogiendo el gusto a leer en inglés y a Neil Gaiman. No sé si él cada vez escribe mejor o a mí cada vez me gusta más, pero no me he vuelto a llevar un chasco como me sucedió con American Gods, sino todo lo contrario.
Hacía tiempo que quería leer este libro infantil, ilustrado magníficamente por Skottie Young, en el que un padre les explica a sus hijos por qué ha tardado tanto en volver de comprar la leche... y les cuenta una historia fantástica (en todos los sentidos) en la que hay alienígenas, piratas, viajes temporales, dinosaurios... y afortunadamente la leche siempre va con él aunque casi termine dentro de un volcán.
Es un derroche de imaginación brutal, donde no hay cabida para el descanso. Al buen señor le pasan cosas asombrosas, una tras otra, y los hijos, incrédulos, le escuchan metiendo baza de vez en cuando.
Una lectura ligera, divertida, entretenida, y que se lee en un suspiro. Parece que últimamente estoy Gaimanizada, pero os lo recomiendo. Y si tenéis hijos, compartidlo con ellos porque les va a encantar. ¡¡Visita mi blog y déjame un comentario!!