Así es que aprovechando que el sábado cada pitufin se fue a casa de un primo, estábamos libres para poder ir a las a hacer las compras correspondientes. Y de dos horas que decía mi marido que tardaríamos, se convirtió en toda la tarde y eso que encontramos todo, que ya es suerte...
Luego tuvimos que esconderlo, y como en nuestra casa es imposible debido al volumen de los regalos, le tocó a la abuela hacer tetris y guardarlos por todos lados: debajo de las camas, en los armarios...Es que un futbolín hay que esconderlo bien eh? si si, un futbolín 11 en 1 es lo que le vamos a regalar al pitufín y un bici a la mayor.¿Cómo escondemos eso en casa? Imposible...
Ya os enseñaré las fotos de los regalitos, pero la foto que os quiero dejar hoy es el desayuno que preparé el sábado por la mañana a mis pitufines y a mi sobrina que se quedó a dormir y es que les encanta desayunar tortitas. Y yo que me uní a este desayuno también...