Fotografía culinaria IV, SEGUNDA PARTE: Pequeños trucos para que todo parezca mejor y siga siendo comestible

Por Soniaif

Algunos trucos útiles para continuar con la serie iniciada en el post anterior: “Pequeños trucos para que todo parezca mejor y siga siendo comestible I”

Atención a los detalles

Hay platos que, como algunas personas, no es que no estén ricos, es que son poco fotogénicos. Ya sea por su color, por su textura, o por su extrema sencillez... se resisten a ser fotografiados con éxito. Todo cambia si le añadimos un pequeño toque de color, o simplemente algo “atractivo”. Aunque no necesariamente vayan con el plato, unas hierbas frescas, un poquito de pimienta molida, alguna especia, o una rodaja de limón pueden obrar maravillas. Probad a fotografiar por ejemplo un guacamole... complicado sin un bonito recipiente y algún tipo de aderezo, como una rodajita de lima.

Rellenos falsos

Acabamos de cocinar un maravilloso estofado, o bien una crema de verduras con un poquito de arroz como guarnición, nos han quedado fantásticos, pero en el momento de hacer la fotografía, el arroz se hunde y no se ve, los trozos de carne o verduras no quedan realzados... o simplemente queremos que algo sobresalga del resto para ponerlo de relieve. Podemos “rellenar” el recipiente con una taza invertida si es grande, o simplemente con “alzadores” de papel de aluminio debajo de la comida, si es más pequeño, como un plato. Nos ayudarán a conseguir la estructura que nos gusta. La siguiente foto no es ninguna maravilla, pero es buen ejemplo de lo anterior. Debajo del copete de arroz, había una base de papel aluminio para impedir que se hundiera en la crema. No fui capaz de hacerla de otra manera...

Asados dorados Es muy sencillo utilizar una antorcha de cocina (como las usadas para hacer el caramelo de la crema catalana) para darle un toque final “dorado” a aquello que nos convenga y donde consideremos conveniente. ¿Un pollo asado un tanto descolorido justo en el ángulo ideal para la foto? Un toquecito de antorcha y a correr.

Bocadillos, sandwiches o hamburguesas Para hacer que un bocadillo, sandwich o hamburguesa quede más esponjoso, no aplaste el relleno, y en la foto se vean bien los ingredientes del interior, no hay nada más fácil que unos palillos pinchados en la parte central que “sujeten” la tapa. Eso sí, antes de zamparse el bocata, obligatorio quitar los palillos...

El humo Querer fotografiar el humo que desprende la comida no es nada sencillo, pero un plato de sopa humeante es mucho más sugerente que el que no lo tiene. En mi caso he probado a calentar en el microondas bolas de algodón empapadas de agua, y situarlas detrás del plato para que no se vean (las bolas, pero sí el humo). He utilizado también varitas de incienso escondidas. Es un verdadero problema, porque el humo de las varitas es demasiado “definido” y no queda natural, por lo tanto hay que soplarlo suavemente al tiempo de hacer la foto. De momento no tengo una cara tan grande como para soplar con la boca en un sitio y mirar con el ojo por otro muy alejado... Es más fácil de cualquier manera conseguir fotografiar el humo si se hace delante de una superficie oscura, y con la ventana abierta para que entre aire frío (siempre que sea invierno, claro). Ante todos estos problemas he encontrado la solución ideal (muchos me acusaran de tramposa sin escrúpulos): los pinceles de photoshop. Los hay maravillosos. Se estampan sobre la foto, se difuminan un poco, se les baja la opacidad y ¡listo!

Estoy convencida de que hay muchos más trucos por ahí esperando ser revelados, por favor, no dudéis en sugerirlos en los comentarios, o publicar un post con los vuestros. A mi me servirían de gran ayuda.

Otros posts de la serie fotografía culinaria:

Fotografía culinaria I: ¿Qué vamos a fotografiar? Fotografía culinaria II: A vueltas con la composición Fotografía culinaria III: Equipo simple, pero eficiente Fotografía culinaria IV, primera parte: Pequeños trucos para que todo parezca mejor y siga siendo comestible

Para todos aquellos interesados en el extraordinario mundo de Photoshop, y que como yo al principio no sabían ni por donde empezar, va dedicada la próxima entrega:

¿Y ahora como arreglo el estropicio? Photoshop, programas de edición de imágenes.

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