Todos y, evidentemente, los amantes del deporte con más asiduidad, estamos acostumbrados a que nos “asalten”, desde la prensa escrita e internet, las imágenes de deportistas en plena acción. Pero, ¿qué hay detrás de esas fotos?
La primera sorpresa desagradable para los que se internan como aficionado a la fotografía deportiva es que, para que los resultados sean “decentes” el equipo tiene que ser de un nivel medio alto, (Repito, estamos hablando de conseguir resultados óptimos, todos hemos visto a gente en un campo de fútbol sacando fotos con una compacta…), sobre todo para eventos deportivos que no se practiquen al aire libre. Hay que tener en cuenta tres consideraciones básicas a la hora de elegir nuestro equipo. Estas prioridades se resumen en tres: 1. Una cámara que trabajando con ISOS altos no genere ruido. 2. Objetivos que enfoquen muy rápido. 3. Y objetivos que sean muy luminosos.