La primera, es algo que me llamó muchísimo la atención. Está tomada en Amsterdam, Holanda, una ciudad conocida por la enorme cantidad de bicicletas que la poblan. Y si os fijáis, también tienen metro, cosa que no sabía hasta que fui allí, y que creo sinceramente que no les sale nada rentable...
La siguiente, es muy curiosa también. En Italia, las playas no son libres como aquí, tan acostumbrados como estamos en España a llegar a la playa y plantar tu sombrilla donde te dé la real gana. (Ésta que veis, es la de Gabicce Mare, pero están así de abarrotadas en todas las costas del país.) Allí, la playa está dividida en muchas zonas, de diferentes precios, en las que puedes disfrutar de distintos servicios dependiendo de la que escojas. Y si te apetece ir sin gastarte un euro, tienes que buscarte la zona más alejada, un pequeño espacio vacío, y que está seleccionado con cuidadosa atención con el fin de que la zona gratuita sea la más fea. El resultado, un atentado contra la vista, pagar por disfrutar de la naturaleza, y una separación inútil de clases. Os prometo que si estás en la zona gratuita, las señoras con pamela de la de pago te miran mal y esconden su bolso. Penoso. Eso sí, la foto es muy colorida...
Y siguiendo con Italia, la mejor pizzería en el que he estado nunca. Además de buena comida, unas vistas impresionantes. En la provincia de Pesaro y Urbino, se encuentra la pequeña población de Gradara, coronada por un precioso castillo famoso por la historia de amor de la que fue testigo, la de Francesca da Rimini y Paolo Malatesta, que inspiró uno de los más famosos episodios de La Divina Comedia de Dante Alighieri. La historia cuenta que Francesca fue desposada con Giangiotto Malatesta, un hombre nada agradable a la vista, para afianzar el poder político de su padre. Sin embargo, para evitar el posible rechazo de la joven, los señores de Rimini y Ravenna urdieron una estratagema. Paolo, el bello hermano menor de Giangiotto, ocuparía su lugar en la boda en representación de su hermano. Cuando ella alcanzó a verle, aceptó sin dudar, pero más tarde descubrió el engaño. Se resignó, y tuvo una hija con su esposo, pero Paolo se había enamorado de ella, al igual que ella de él. Como Paolo tenía propiedades cerca de Gradara, buscaba excusas para visitar el castillo, fingía irse, pero volvía por un pasadizo secreto para estar con Francesca, que se había convertido en su amante. Finalmente, Giangiotto descubrió su infidelidad, y asesinó a ambos cegado por los celos.Muchísimos poetas y escritores se inspiraron en ellos, y aún hoy su historia de amor, envuelta en un aura de misterio, atrae a miles de personas al castillo de Gradara.Por si os interesa, el restaurante se llama "La Casaccia" :)
Sigamos. Si leísteis el anterior post de Fotografía Viajera, sabréis que he viajado tanto en parte gracias a los cruceros. (Si no lo habéis visto, pinchad AQUÍ ^^) Y ahora una curiosidad sobre mí: ¿Recordáis el hundimiento del Costa Concordia? No, no estuve en ese mismo viaje (menos mal) pero sí que hice uno de mis viajes a bordo del Concordia, concretamente el que me llevó a Egipto. No podía creerme que se hubiese hundido, cuando salían las imágenes del interior del barco en la tele, se me saltaban las lágrimas. Ahora no tengo las fotos de ese viaje en el ordenador, pero prometo para la siguiente publicación, incluir algunas :)Este en concreto, es otro de los "Costas", el Costa Fortuna, con el que visité (entre otros) Venecia, Olimpia, Santorini y Dubrovnik en Abril de 2012. Es el del fondo jajaja
Siguiente curiosidad nada desconocida: Santorini es increíblemente fotogénico. De verdad, si tenéis ocasión de ir...hacedlo. Si unos amigos os dicen: "Ye, que nos vamos de viaje a Santorini, ¿os venís?", vuestra respuesta debe ser "SÍ". Y si veis una oferta de última hora en una agencia de viajes, vuestra respuesta debe ser "SÍ". Etcétera, etcétera. Y sin pensarlo.