Harry Morey Callahan fue un fotógrafo norteamericano (nacido en Detroit, Michigan, en 1912 y fallecido en Atlanta en 1999) considerado uno de los grandes innovadores de la moderna fotografía americana.
Comenzó con la fotografía en 1938 de manera autodidacta, comprándose una cámara y uniéndose al club de fotografía de Chrysler Motors, donde trabajaba. En 1941, fuertemente influenciado por una conferencia y taller que dio Ansel Adams se compró una cámara de 8x10”. Hacia 1946, recibió el apoyo de László Moholy-Nagy para enseñar fotografía en el Instituto de diseño de Chicago, dedicándose a la formación hasta que se retiró en 1977.
Entre 1948 y 1953 su mujer Eleanor (y a veces su hija Bárbara) aparecían en las fotos de paisajes como contrapunto a las grandes extensiones de los parques, línea del cielo o el mar. Tomaba fotografías de su esposa y de su hija así como de las calles, las escenas y los edificios de las ciudades donde vivió, mostrando un fuerte sentido de la línea y la forma, de la luz y la oscuridad.
Trabajó con exposiciones múltiples y otras técnicas como desenfoques y película de pequeño o gran formato. El trabajo de Callahan fue una respuesta muy personal a su propia vida: era muy conocido por animar a sus estudiantes a convertir sus cámaras en sus vidas, y él mismo daba ejemplo con su vida.
A su muerte dejó alrededor de 100.000 negativos y más de 10.000 pruebas de impresión. El Centro de Fotografía Creativa de la Universidad de Arizona, que de manera activa colecciona, preserva y pone a disposición de los ciudadanos la obra de fotógrafos norteamericanos del Siglo XX, conserva su archivo fotográfico.
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