Como una imagen vale más que mil palabras creo que sobran las explicaciones. De todas las instantáneas que me he ido encontrando de Madrid sin duda ésta es la que más me ha impactado. Me parece que esta foto tiene una fuerza única, brutal y desgarradora. Por lo que he podido averiguar, la foto fue tomada en la Calle Alcalá, esquina con Calle Barquillo y nos transporta a un día cualquiera de la Guerra Civil (1936-1939).
Los rostros de aquellos que acaban de ver la muerte pasar ante sus ojos lo dicen todo. Los niños, por esta vez, han salvado sus vidas de milagro, el proyectil que ha caído entre ellos con el único objetivo de sesgar sus vidas ha fallado en su sangriento propósito.