Fotovoltaica, clave en el suministro eléctrico de la próxima década
Sin duda, la demanda mundial de energía se verá afectada por los efectos derivados de la pandemia que vivimos. El sector energético también se encuentra expectante ante la incertidumbre de los efectos que pueda generar el covid-19, así como la duración de estos. Las previsiones apuntan a un descenso del 5% en la demanda mundial de energía en 2020.
Respecto de la disminución de la inversión este año, habría que destacar dos factores. Por un lado, la crisis sanitaria que vivimos ha mermado la salud financiera de muchas empresas, y por otro, el cambio en la orientación estratégica de algunas empresas e inversores que han decidió destinar sus recursos a otros sectores al margen del mercado energético.
No obstante, las tecnologías menos afectadas por la pandemia y sus secuelas serán las energías renovables, que aumentarán ligeramente su contribución este año. De hecho, La Agencia Internacional de la Energía señala que este sector será clave en el suministro eléctrico durante la próxima década, cubriendo casi un tercio del crecimiento de la demanda de electricidad durante este período.
El pronóstico realizado por la AIE (The World Energy Outlook) establece diferentes escenarios sobre la evolución del sistema energético mundial en función de cómo evolucione la pandemia, considerando los posibles impactos económicos, así como las respuestas políticas de los Gobiernos. Son estos últimos los que tienen un papel decisivo para la creación de incentivos y facilitar la inversión de los distintos agentes en este sector estratégico.
Respecto del informe elaborado por la AIE, podemos destacar los dos primeros escenarios, donde se relaciona el sector energético con la posible duración de la crisis sanitaria.
En el escenario STEPS (Stated Policies Scenario), se parte de la base de que el covid-19 se va controlando de manera gradual durante el 2021, situándonos en niveles económicos anteriores a la pandemia. En este supuesto, la demanda mundial de energía se recuperaría a principios de 2023, variando los resultados según el país y el tipo de combustible. Las renovables cubren el 80% del crecimiento de la demanda mundial de electricidad durante la próxima década, con la solar fotovoltaica como principal impulsor de crecimiento con un promedio del 13% al año entre 2020 y 2030, y cubriendo casi un tercio del crecimiento de la demanda de electricidad.
En contrapartida, en el escenario Delayed Recovery Scenario (DRS), se considera que la duración de la pandemia se prolonga, y los efectos negativos de la misma se dilatan en el tiempo. Con este supuesto, las tasas de crecimiento no se recuperarán hasta 2023 y la demanda mundial de energía lo hace en 2025. No obstante, por tipos de energía, la eólica y la solar, mantienen un ritmo de crecimiento sólido. Las emisiones de CO2 se reducen, pero no es suficiente para lograr los objetivos climáticos.
Los otros dos escenarios posibles, incluyen como punto de partida un aumento en las políticas e inversiones en energías renovables y que permita al sistema energético lograr los objetivos de energía sostenible en su totalidad, incluyendo aspectos como el Acuerdo de París y los objetivos de calidad ambiental. Las empresas alcanzarían sus objetivos cero emisiones en el año 2050 o 2070, dependiendo de la inversión anual media que se lleve a cabo durante los próximos 10 años.
Cabe destacar que el denominador común de todas estas previsiones es posicionar la energía solar fotovoltaica como principal impulsor de crecimiento durante los próximos diez años.
En Ores y Bryan llevamos 30 años asesorando a nuestros clientes en seguros técnicos, y nuestro departamento de energías renovables está especializado en los seguros de caución específicos para este sector. No dude en ponerse en contacto con nosotros para el asesoramiento especializado de este tipo de garantías.