¿cuántas cosas sencillas, tontas y terribles pueden hacer que se termine?
En algún momento de nuestra infancia (generalmente entre los 6 y los 8 años) caemos en la cuenta de lo que significa la vida y su antónimo, la muerte. En un instante, un nene cualquiera observa que no hay reverso, que sacar la vida es un acto definitivo. La vida se acaba y ya, no hay vuelta atrás. Es en la adolescencia cuando caemos en la cuenta de que es algo que nos toca a todos, en algún momento. Así, nos hacemos a la idea de que la muerte es parte de la vida, es la otra cara de la vida.
Años antes de esa etapa, alrededor de los 2 años, nos creemos invencibles. No comprendemos ni conocemos el concepto de muerte. En esta etapa irradiamos vida.
Hoy, unos queridos amigos despiden a su hermoso sobrino de casi 3 años. No voy a entrar en el porque de su fallecimiento, solamente diré que fue sorpresivo. Estamos muy tristes todos quienes lo conocimos y conocemos a sus papás. Estamos perplejos y sorprendidos, dolidos por la pérdida.
¿Cómo entender una muerte tan prematura?
Duele, y es difícil para mi no reevaluar cosas. Desde hace un tiempo ya que vengo pensando que somos afortunados porque estamos bien, sanos, porque estamos juntos y podemos sonreír. Este pensamiento, que podría ser tomado como algo bastante negativo, me sirve para valorar la existencia y salud de mi familia. Lejos de agobiarme, lo tomo como un regalo. Se que existen una infinidad de "detalles" que podrían acabar con la vida, con nuestra vida. Suena sensacionalista y terrible, pero ver esta sombra me permite valorar la luz. Gracias a este planteo, disfruto mucho mas de lo que puedo imaginar actos tan sencillos como un abrazo, una sonrisa, salir a caminar. Es por este pensamiento, que en lugar de tener miedo intento buscar maximizar el tiempo que tengo para estar con mi cachorro. Quiero vivir lo que transito en la vida. Desde este pensamiento estoy reevaluando todo, mi trabajo, la relación con mis amigos, mi familia, me estoy reevaluando a mi también en mis valores.
Alguna vez, años atrás, estudiando genética emprendí que la supervivencia de un embrión recién fecundado no era lo más probable. Y que si encima esperábamos un embrión que se desarrolle dentro de los parámetros de esa región que llamamos "normal", bueno, ahí la probabilidad baja mucho mas... o sea, nacer y sano no es lo mas probable desde la genética. Sin embargo, hay muchisimos embarazos y nacimientos!! y esto, a mi me resulta maravilloso.
Hoy, con esta tristeza que intento contener, vuelvo a repensar esa maravilla que es la vida y veo su contraste. El perfil que se dibuja habla de cómo fuimos gestados, acunados, amados, abrazados, besados, soñados. ¿Qué se puede decir de una personita tan pequeña que recibió todas estas cosas? El contraste es lo sencillo, eso que puede llegar de improvisto, en cualquier momento y arrebatarnos el milagro que es tener un hijo sano y feliz. Pienso en el sobrino de mis amigos, en su papá y su mamá y me quedo sin palabras. Sólo deseo que hayan logrado disfrutar el tiempo que estuvieron juntos, y que con el tiempo sean capaces de volver a disfrutar, que disfruten de cada día de esta vida. De cada uno de los días, porque todos los días cuentan. Y esto también me lo digo a mí misma.