Osamu
DazaiColegiala En
serio, nadie puede imaginarse nuestro sufrimiento. En un futuro próximo, cuando
seamos adultas, el dolor y la pena que sentimos ahora puede que nos resulte
algo gracioso, un simple recuerdo que carezca de la menor importancia, pero
ahora mismo, no sé cómo sobrellevar este largo y desagradable periodoque no toca vivir. Es algo que nadie te
enseña a superar. ¿Será la juventud algún tipo de enfermedad como el sarampión,
que nada más se cura pasándolo? Pero hay gente que muere a causa del sarampión,
o que se queda ciega. No está bien dejar las cosas sin resolver. Nosotras nos
pasamos los días deprimidas y enfadadas. A causa de esto, hay gente que pierde
el rumbo y llega a un punto de no retorno, no se puede recuperar y su vida
queda destrozada. Incluso hay gente que llega a suicidarse. Aunque los demás
puedan sentir pena y digan cosas como: «Ay, ¡qué lástima!, si hubiese vivido un
poco más se habría dado cuenta de que todo se soluciona con el paso de los
años», el sufrimiento de esa persona habría sido inmenso. Pero, al final, todo
el que quiere ayudarnos lo único que hace es repetir la misma lección evasiva
de siempre. Reconozcamos que estamos abocadas a pasar vergüenza y a no obtener
respuestas a nuestras plegarias. Eso no significa que simplemente nos interese
vivir cada momento, pero es que no hacen más que señalarnos constantemente montañas
que están demasiado lejos con la promesa de que si llegamos hasta allí podremos
apreciar un paisaje maravilloso. Puede que los que dicen eso tengan razón,
puede que eso sea totalmente cierto, pero no es menos cierto que ahora mismo
estamos atenazadas por el dolor. Los demás lo ignoran, y nos dicen que
aguantemos un poco, un poquito más, prometiéndonos que seremos capaces de
llegar hasta la cima de aquella montaña y que una vez allí todo será mejor. Y
la historia se repite una y otra vez. Seguro que debe de haber alguien que esté
equivocado. Tú eres el malo.